Acabo de llegar, tras 4 horas y media de tren, de Zaragoza, donde hemos estado este fin de semana celebrando la despedida de soltero de Fran, que empezó el viernes con el reencuentro del grupo de Casaíñigo (llamado así porque nos solíamos juntar antiguamente para jugar a rol en casa de Íñigo), y la cosa era en Zaragoza, precisamente por ser donde vive ahora Íñigo, y nos alojamos en su casa. Como no podía ser de otra manera.
Como toda buena despedida, aquello implicaba secuestro y disfraz. Y como Fran, el casadero, es bastante friki de Star Wars, fue debidamente vestido de princesa Leia, y nosotros nos vestimos de Han Solo. Y la actividad elegida fue irnos a pegar tiros a un laseródromo, donde pudimos dispararnos alegremente unos a otros (y donde yo, ejem, pulvericé las puntuaciones) Luego, como suele ser habitual, fiesta y alcohol, hasta altas horas de la mañana. Los detalles quedan en nuestra memoria y en la de la cámara digital. Mención especial para un rico chupito llamado "veneno", el cual obviamente llevaba canela.
Por lo demás, también hubo tiempo para cenas y comidas diversas, así como para dispararnos en el mundo virtual del cíber que teníamos a nuestra completa y gratuita disposición.
Como toda buena despedida, aquello implicaba secuestro y disfraz. Y como Fran, el casadero, es bastante friki de Star Wars, fue debidamente vestido de princesa Leia, y nosotros nos vestimos de Han Solo. Y la actividad elegida fue irnos a pegar tiros a un laseródromo, donde pudimos dispararnos alegremente unos a otros (y donde yo, ejem, pulvericé las puntuaciones) Luego, como suele ser habitual, fiesta y alcohol, hasta altas horas de la mañana. Los detalles quedan en nuestra memoria y en la de la cámara digital. Mención especial para un rico chupito llamado "veneno", el cual obviamente llevaba canela.
Por lo demás, también hubo tiempo para cenas y comidas diversas, así como para dispararnos en el mundo virtual del cíber que teníamos a nuestra completa y gratuita disposición.
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