Mumbrú se llevó de Miribilla la placa y el merecido aplauso del público, pero no el partido.
Un fin de semana movidito, así que lo empiezo por el viernes, que es lo suyo. Por la tartde, nada más después de comer, una reunión relacionada con temas de la asociación, para organziación de eventos, pero no voy a contar aquí cosas antes que en la web oficial, que estaría feo. Por la noche al cine, para ver Los renglones torcidos de Dios, que supongo que comentaré mañana.
El sábado por la mañana me desplazo hasta San Inazio, donde hay un evento de Marvel Champions (unos 30 o así estaríamos), bastante a gusto con el tema, pateando con Nebula, Strange y Cíclope al Coleccionista. Luego a casa, donde como, me veo el último capítulo de From y me voy hacia Megapark, concretamente a Zero Latency, donde pudimos jugar a Farcry VR. Esto es, nos ponían las gafas de realidad virtual y nos sentíamos transportados al juego, donde podíamos movernos y disparar a lo que veíamos, así como corretear por las cuevas, en una experiencia MUY recomendable. Luego, algo menos virtual, la cena en un bufet de comida italiana, donde tocó ponerse hasta las patas.
Y hoy llegaba a Miribilla el que probablemente era el partido más esperado de la temporada, pues venía el Valencia de Mumbrú, en su primera visita a Miribilla como rival. Sobre el partido, pues miel sobre hojuelas, porque un partido que se ha complicado mucho (se han llegado a poner 8 arriba en el tercer cuarto) ha terminado en victoria, tras una remontada de garra y juego en equipo. La temporada es muy larga, pero este año no tiene pinta de que vayamos a sufrir por la permanencia. Que siga así la cosa.
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