Promesas del Este

- Camarrada Galadrriel, soy Arragorrn, hijo de Arrazonr y estoy buscando a unos orrcos de Morrdorr.

-Esto, sí, claro... voy a arrancar un momento mi moto...

Peliculón, así puedo describir esta joyita de David Cronenberg, quien nos narra, con explícita violencia y crudeza una historia sobre la mafiya en Londres, con unos Viggo Mortensen y Vincent Cassel muy acertados en su papel de sicarios de la mafia rusa (o mejor dicho de sicario y mafioso) y una encantadora Naomi Watts, que se redime de su lamentable papel en King-Kong (que no digo que lo hiciera mal, pero es que el personaje era odioso) llenando la pantalla con sus dulcísimas miradas y no desentonando en absoluto con sus compañeros de baile en el papel de doctora en busca de la verdad.

La película comienza con un par de escenas de violencia bastante explícita, aunque sin caer demasiado en la casquería, y el embarazo y posterior fallecimiento en el parto de una misteriosa adolescente rusa son el vagón de enganche para una turbia historia de mafiosos rusos en un Londres especialmente gris, mostrando la doble cara del villano, dulce por fuera, tremendamente amargo por dentro.

La cinta, eso sí, me pareció un poco rara, con algún detalle que no llegué a captar (también es verdad que captar sutilezas en las películas no es mi especialidad) y me soprendió muchísimo algún detalle que a lo mejor daba alguna pista para no ser tan sorpresivo SPOILER: No me esperaba ni por el forro de mi anorak que Mortensen fuera un infiltrado del servicio secreto ruso, y el final me pareció un poco confuso. Pero pese a ello la película me encantó.

A destacar también una escena que hará sin duda las delicias de las admiradoras de Viggo Mortensen, la escena de la pelea en los baños turcos, en la que, como es lógico, tiene que enfrentarse a dos tipos sin más vestimenta que su propio sudor y sus tatuajes. Una escena, por cierto, muy violenta y cruda, con una intensidad muy lograda y chorros de adrenalina por todas partes.

El único pero que le pongo, y tampoco es una pega como tal, es que no profundiza en el tema de que Mortensen es un policía infiltrado, aunque más que un fallo es simplemente que deja con ganas de saber más y hace que sepa a poco, pero bien es cierto que la película funciona perfectamente sin ese detalle.