Versión culometálica de Ryu y Ken
Digna secuela de su predecesora, aquí comentada, la saga de Tony Stark (nuevamente magistrar Downey Jr. en un papel hecho a medida para él) se confirma como una de las mejores conversiones de viñeta a cómic, logrando sobre todo cumplir con creces el objetivo de una película de superhéroes: divertir.
Cuando una película sale buena, la secuela siempre nace bajo el severo punto de mira del "Segundas partes...", y se corre el riesgo de decepcionar, y con ese miedo iba yo. Pero en absoluto, me pareció tan gratificante y divertida como la primera, con todos sus clichés y gadgets, y sobre todo esa mezcla desenfadada de acción a raudales, trama sencillota y sus dosis de humor.
No soy excesivamente fan de los cómics de Ironman, y no puedo por tanto determinar si la película es fiel a los mismos, o si se los pasa por el forro del supertraje, pero de lo poco que sé, sí se parece, y respeta la esencia de Tony Stark.
Si acaso, se le puede criticar que es un tanto acelerada, por querer contar demasiadas cosas en poco tiempo, y la fase autodestructiva de Tony Stark queda reducida a un mal fin de semana, algo que podría rechinar a los puristas. Pero bueno, lenguaje de cómic es distinto a lenguaje de cine, así que habrá que perdonárselo.
Peor me pareció el cambio de actor que interpretaba a Jim Rhodes en la primera entrega, que al adquirir un mayor protagonismo en la segunda, dejaba paso al más conocido (y siempre carismático) Don Cheadle, en el papel del imprescindible Warmachine (adoro a los secundarios, qué se le va a hacer).
A destacar también al temible Dínamo Omega, bien encarnado por un Mickey Rourke haciendo lo que mejor sabe hacer (tío chungo) y cómo no, a la deliciosa Scarlett Johansson, cuya mera presencia en pantalla supone siempre un plus de motivación.
Ya, que si me pusiera a sacar pegas a la película podría sacar docenas de ellas, pero esto es un cómic en pantalla, y mientras sean al servicio de la diversión, se las perdono, y al igual que pasaba con la primera, dictamino que Iron Man 2 mola. Y con eso me basta.
Y nuevamente, al igual que pasara con la primera, una sorpresa aguarda al paciente espectador tras los créditos, dejando la puerta abierta para una secuela.
En este caso, lo que nos muestran es a Mjolnir, el martillo de Thor, próxima película de la factoría, sugiriendo que el asgardiano ha llegado a la tierra.
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