Esta semana, por motivos que muchos lectores conocen, la frecuencia de las entradas ha bajado. Y eso es algo que quiero evitar. Así que como no se me ocurre nada gracioso, recurriré a contar mi día de ayer. Día que estuvo marcado porque después de mucho tiempo salí de fiesta por Bilbao y bajé al Casco Viejo.
Pero antes de eso, por la tarde, tocaba partida de rol en la lonja. O mejor dicho, quedar para hacer los personajes. No era el plan que más me apeteciera. A decir verdad pocos planes me podrían haber apetecido ayer, pero cualquier cosa era más sana que quedarse en casa. Igualmente, por la noche, tocaba ir a Iturribide (donde saqué la foto) a rememorar aquellas noches de kinito universitario y luego pasar por la otrora populosa Barrenkale a tomar unos algos.
Y mi idea hoy es repetir planteamiento. ¡Quedarme en casa solo y aburrido no es una opción!
Pero antes de eso, por la tarde, tocaba partida de rol en la lonja. O mejor dicho, quedar para hacer los personajes. No era el plan que más me apeteciera. A decir verdad pocos planes me podrían haber apetecido ayer, pero cualquier cosa era más sana que quedarse en casa. Igualmente, por la noche, tocaba ir a Iturribide (donde saqué la foto) a rememorar aquellas noches de kinito universitario y luego pasar por la otrora populosa Barrenkale a tomar unos algos.
Y mi idea hoy es repetir planteamiento. ¡Quedarme en casa solo y aburrido no es una opción!
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