El pantallazo indiscreto.
La ex-actriz porno Sasha Grey es uno de los reclamos de esta película de Vigalondo, protagonizada por ella y por Elijah Wood (que siempre será recordado como Frodo), con claras inspiraciones Hitchcokianas y las tecnologías y el hacking como telón de fondo.
La historia es una montaña rusa de giros de guión, una de esas películas en las que es difícil contar nada sin destripar las sorpresas, hasta el punto de que en más de una ocasión sacrifica la credibilidad y la coherencia en aras al efectismo, sin que eso tenga por qué ser necesariamente malo. Aunque es verdad que si rascas un poco, ves que es la misma historia que te han contado ya muchas veces. Sin ir más lejos, no deja de ser lo mismo que pasa en SPOILER. Aunque también es muy clara la ya mencionada influencia de Alfred Hitchcock, y más concretamente "La ventana indiscreta".
Sí que me dio la impresión en ocasiones, de que es difícil de creer, de que cae en el efecto hacker=mago, si bien lo hace de forma que resulta "más o menos" convincente (el entrecomillado lo debo a mi escaso conocimiento de la materia, supongo que habrá informáticos vomitando por las esquinas con más de una cosa de la película) y sobre todo ese efecto Saw, de personajes que son tan absurdamente inteligentes que han planificado hasta el más mínimo detalle, incluyendo cosas que quedarían fuera de toda planificación. Pero bueno, es cine.
Yendo al lado bueno, la estética de este thriller es muy curiosa, contando casi todo por medio de pantallas de ordenador, que son las ventanas abiertas a las que hace alusión el título. Incluso para las escenas de acción, algunas muy "GTA", busca una excusa convincente para que este efecto tenga sentido.
Y naturalmente en el lado positivo, Sasha Grey, capaz de evocar más enseñando media teta que con la escena más hardcore de cualquiera de sus películas anteriores. O eso dicen, claro, quienes la haya visto de esa guisa. Tjem.
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