¡Así aprenderán estos romanos!
Ante el reto de hacer una película de DC y que resulte divertida, James Gunn calca la fórmula que tan bien le funcionó en Guardianes de la Galaxia, de coger a personajes muy secundarios y desconocidos para el gran público (excepción hecha de Harley Quinn) y plantear una colorida película con mucha acción, mucho humor y buena música. El resultado es esta gamberrada palomitera que cumple su propósito a la perfección y consigue que las más de dos horas que dura no tengan apenas momentos aburridos.
Debería servir para que DC se dé cuenta de que seguir el manual de estilo Nolan/Snyder no funciona para hacer películas de superhéroes y tengan en mente que lo que queremos muchos espectadores cuando vamos al cine es simplemente divertirnos. Y vaya si con esta lo consiguen.
No haré comparaciones con la anterior película del Escuadrón Suicida, pues no la vi, más allá de que no parece muy necesario haberla visto para entender esta (a juzgar por las críticas que recibió, diría que no parece necesario haberla visto, en general) y que salvo algún guiño que pueda tener, ésta es una película perfectamente autcontenida, y que si se sabe estirar con gracia, bien podría dar lugar a una secuela.
Lo que le pido ahora a DC es que enfrenten a Aquaman con el tiburón Nanaue, por favor.
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