Vuelta a los clásicos.
Con esto de la pandemia está francamente complicado el tema de ir a nadar, básicamente porque todo va con reserva previa y es muy difícil pillar huecos en un horario que me pille bien, a menos que lo reserve con mucha antelación, de modo que en un añi he debido de ir a lo sumo dos o tres veces.
Pero esta semana estoy de vacaciones, lo que me abría bastante el abanico horario, y he podido coger hoy a las 12 en una piscina que me pilla no muy cerca de casa (polideportivo de San Inazio), pero que es todo un clásico en este blog, pues es a donde solía ir a nadar en sus comienzos, tal y como relataba aquí.
Podría haber cogido el metro, pero perdería la gracia, así que me he pertrechado con la mochila y he tirado a andar, tanto a la ida como a la venida (hora y media en total), pues lo considero parte del ejercicio. Una vez en la piscina, eso sí, estaba yo ya tan desentrenado que donde suelo hacer 12 largos (12 idas con sus 12 vueltas) hoy me he tenido que conformar con 7. Veamos si consigo volver antes de que termine el verano y mejoro esa marca.
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