Uno de tantos homenajes cinéfilos.
Lo primero que pensé cuando vi que iban a hacer una película de Cámera Café fue "¿por qué?", y lo pensé muchas veces mientras la veía. ¿Una película de una serie que solo tiene skecthes cortos, casi una tira cómica en pantalla, y es de hace más de 15 años? ¿Ahora? ¿Por qué estoy yendo a verla?
Lo último ya no tenía remedio y estaba en el cine, así que tocaba verla. La serie la tenía muy olvidada, porque además del tiempo transcurrido, me gustaba pero no es que la siguiera, sino que cuando ponía la tele y estaba la veía, así que me acordaba entre poco y nada de los personajes. Por suerte esto lo tienen en cuenta y hacen una dinámica y eficaz presentación, que en seguida nos pone en situación.
La película... es difícil de clasificar. Empieza como una comedia bastante normalita, tirando incluso a cutre, y con algunos momentos un tanto casposos, de humor facilón que me estaba pareciendo bastante poco graciosa, aunque de cuándo en cuándo alternava algún gag que sí me hacía reír. Pero a medida que avanza la película va abandonando su traje de comedia convencional, para lanzarse a los brazos del surrealismo más psicodélico y chanante (adjetivo que no es baladí, si tenemos en cuenta que dirige Ernesto Sevilla y el guión es de Raúl Cimas). Además de eso, destaco que es una película repleta de guiños y homenajes visuales a grandes clásicos del cine, con cameos delirantes y bien colocados que me sacaron el aplauso y sobre todo una música muy bien elegida, con canciones que aún estoy tarareando.
Entonces, ¿me ha gustado? Vale, sí, pero no es para todo el mundo, ojo. es un estilo muy peculiar. No es para todo el mundo.
Empieza como una comedieta convencional, cutrecilla pese a tener un par de golpes geniales y se acaba metiendo en una vorágine surrealista que si no te hacen gracia las mamarrachadas de La hora Chanante es muy difícil que no te parezca una mierda.
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