Batman y el Punisher contra el mundo.
Nueva entrega de las aventuras del John Wick autista, esta vez haciendo dúo desde el principio con su hermano y con una buddy movie que está mucho más orientada a la comedia que su predecesora. Aunque esto lo hace de manera extraña, ya que la mayor parte del tiempo es más o menos seria e intercala escenas que son puramente humorísticas (la resolución del diálogo de Bernthal con la rubia en la guarida de los mafiosos me pareció tronchante), un poco como si dos directores hubieran hecho su parte de la película por separado y luego hubieran juntado sus cachos.
La historia en sí no tiene mucho fundamento, las escenas de acción parecen sacadas de un videojuego, con sicarios que no son capaces de tener comportamientos mínimamente lógicos y toda la subtrama de los niños hackers es de las de gritarle a la pantalla mientras te devora la vergüenza ajena, pero con todo eso ua se cuenta y cumple en su cometido principal, que es el de entretener.
Genérica a más no poder, cierto, pero se lleva el aprobado.
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