Las series de televisión son uno de los grandes medios de entretenimiento desde que se inventó la televisión, y más cortas o más largas todas tienen algo en común: se terminan (a menos que sean canceladas antes, claro). Entre estos finales los hay mejores y los hay peores. Algunos son una joya y otros... no.
Por eso hoy voy a indicar los que para mí son los seis mejores y los cinco peores finales de serie de televisión, en una clasificación tan personal como arbitraria y que estoy seguro de que diferirá con lo que opine dentro de unos años (sobre todo porque irán saliendo series con bueno y malos finales). Lógicamente habrá spoilers, pero son casi todas series lo suficientemente antiguas para que quien las haya querido ver, su tiempo ha tenido.
Empiezo con los malos, dejando lógicamente fuera las series que por cancelación nunca se terminaron.
Dexter: Esta serie debería haber terminado al cerrar la cuarta temporada, con un final que la habría hecho merecedora de aparecer en la otra lista. En su lugar, decidieron irla estirando más y más, en una pendiente cuesta abajo que desembocó en una octava temporada y un final atroz, en el que Dexter Morgan finge su propia muerte y se mete a leñador. Sé que años después sacaron una continuación, pero no me he atrevido a verla.
Battlestar Galactica: Otra gran serie que alcanzó picos altísimos pero fue perdiendo fuelle, hasta un último arco en el que ya nada tenía sentido y acababa con esa escena inintelegible de Gaius Baltar y Starbuck siendo ¿ángeles? en el mundo moderno. En fin, mejor fingir que esa escena nunca existió.
Cómo conocí a vuestra madre: Le tego muchísimo cariño a esta serie, y he de decir que en su momento tampoco me horripiló especialmente. Pero objetivamente hay que admitir que es un final ridículo, en el que el intento de sorprender al espectador quitaba todo el sentido a la propia serie.
Oz: Otro ejemplo de estirar el chicle hasta niveles absurdos. Las tramas en la penitenciaría de Oswald se fueron volviendo cada vez más y más rocambolescas y las muertes más sin venir a cuento, hasta el punto en el que ni siquiera el propio alcaide se libraría, ni en su propio despacho, de ser apuñalado porque sí. Por suerte llegaba en un momento en el que ya como espectador te daba todo igual.
Years and years: Esta serie no es tan conocida como las otras, pero es una joya que me cautivó, ya que transmitía muchísimo con poco y era una mirada al futuro más cercano y sombrío, con un grado de verosimilitud bastante aceptable. Pero pecó de no saber cómo terminar y nos daba un final atropellado e irreal, que no encajaba nada bien con el tono del resto de la serie.
Los Serrano: Con su "todo era un sueño de Resines" este final se ha convertido ya en un meme por derecho propio, y aunque para esas alturas ya me había descolgado de la serie, me sigue pareciendo un verdadero insulto al espectador, tanto por planteamiento como por ejecución.
Ahora vamos con los finales buenos:
Six feet under: EL final. Si una serie tiene un final perfecto es este. Con la música de Sia y lo que va pasando, que hila perfectamente con la serie en sí y se centra, como no podía ser de otra manera, en su protagonista, que es la muerte. Es una serie con sus altibajos y sus momentos valle, pero solo por ver ese final merece tragársela entera.
Ted Lasso: "Llorar bonito" es un término íntimamente ligado a este final. La verdad es que no innova particularmente, ya que es el típico final que te va mostrando lo que le ocurre a cada personaje al terminar la historia principal. Pero es tal el cariño que les has cogido a todos y es tan bonita la composición de escenas con Father&Son de Cat Steven que te dejará a lágrima viva y con el corazón calentito.
Los Soprano: Esta será muy controvertida, ya que según a quién preguntes es una maravilla o un insulto. A mí me pareció una verdadera genialidad y debo reconocer que piqué como un pardillo cuando
The Shield: La cacerola que llevaba muchos capítulos a presión acaba estallando, y de qué manera. Un final duro y crudo para todos sus protagonistas, a los que las consecuencias de sus acciones les acaban reventando en la cara.
The Wire: No puedo decir que este final innove mucho, y utiliza la misma fórmula que Six feet under o Ted Lasso (pero sin ser tan emotiva, claro), para dejarnos ver que la vida sigue en Baltimore y todo cambia para seguir exactamente igual. Poético y redondo.
David el gnomo: Puede que con Six feet under y Ted Lasso llorara, pero el final de David el gnomo fue responsable de traumatizar a toda mi generación. Me resulta imposible no tener una bolita e la garganta al recordar esadespedida de David y Lisa de sus seres queridos, y en especial del zorro Swift (no lloro, me sudan los ojos), y ya terminar de deshacerme cuando se convierten en árboles con una sonrisa. Slitzweitz!
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