Ratatouille

Esto no es Matrix, aquí sí hay cuchara.

De la mano de Pixar nos llega Ratatouille, la historia de Remy, una rata de campo, con unos sentidos del gusto y el olfato hiperdesarrollados, que llega a París, para con la colaboración del fantasma de su admirado Chef August Gusteau, reavivar el restaurante y ayudar al protagonista a hacerse con el mismo y con el corazón de la chica, todo ello de forma bastante previsible pero no por ello menos encantadora, pues en este tipo de películas, no es tan importante lo que paa sino el cómo pasa.

Y la historia, en la línea de Pixar, no busca una originalidad sino que coge un cliché y le da ese delicioso giro de tuerca, ese cambio de papeles que hace que sea divertido. Pasaba en Bichos, pasaba en Buscando a Nemo, pasaba en Cars y pasa aquí. Es el típico "bichejo/marciano/amigo ayuda a chico torpe a triunfar" pero si el bichejo es una rata con un talento especial para la cocina y se dedica a revolucionar el mejor restaurante de París, la cosa cambia. Y en cuanto a los malos, pues sigue la fórmula de malo muy malo y malo menos malo, también típica pero eficaz.

Técnicamente, como todo lo que hace Pixar, me pareció magistral, si bien he de confesar que lo veo con ojos de mero aficionado, que nadie se piense que pretendo sentar cátedra, ni mucho menos, pero resulta un regalo para los ojos, y da a las ratas, y especialmente a Remy, un toque, y unas miradas, que las hacen totalmente encantadoras (esos ojitos... ^.^)

Destaco también los toques de humor de la película, con escenas como la de la vieja psicópata, que consiguieron arrancarme alguna que otra carcajada, y los secundarios, alguno de los cuales me hizo reír con solo un gesto. Tampoco es que sea la película con la que más me he reído en mi vida, pero divertida es un rato.

En definitiva, tal vez no estemos ante la mejor película que haya hecho Pixar, pero sí una que merece la pena, ya que se deja ver y algunos de sus personajes son entrañables.

Y mención especial merece el corto "Abducción" que precede a la película, verdaderamente tronchante.