lunes, 3 de septiembre de 2007

Primer fin de semana de septiembre.

Mmmm... chocolate...

El sábado quedé con las niñas, aprovechando que Olga venía unos días a Bilbao, y nos fuimos a merendar a casa de Alba, que se nos va el año que viene a Dublín de Erasmus. Allí nos agasajó con una ración de crepes y una de chocolate a la taza que perpetramos, lleno de pegotes de chocolate medio disuelto, pero igualmente delicioso. Todo eso con una sobremesa en la que yo me dediqué a sacar mi bastón de abuelo y a contar batallitas de Interraíl (las cuales creo que algún día merecerían entrada en este blog) mientras Olga daba fe de que eran ciertas.

Sobre las 10 se fueron todas a casita, ya que al día siguiente se iban al monte, y como no me apetecía quedarme en casa un sábado tan pronto, pero no tenía ni media gana de irme a fiestas de Plentzia, le pegué un toque a Javi y nos fuimos al Uhaska a tomar unos cacharros. Su infame camarero fue culpable de mi resaca del día siguiente (si yo le pongo al camarero un billete en la barra, le pido un cubata y él me lo pone, la culpa es obviamente suya).
Merendero de Gorliz


El domingo tocaba barbacoa con la gente de Tarasu (por decirlo de alguna manera, ya que de 10 personas que estábamos, de Tarasu solo había 3) evento para el cual opté por llevar el Jokinmóvil, y contra todo pronóstico, no nos perdimos, y aunque a causa de que eran fiestas en Plentzia había que dar mil vueltas con el coche, fuimos capaces de llegar al sitio sin mayores problemas. Como unos cuántos se cayeron de la convocatoria a última hora, había comida a raudales, así que nos pusimos azules a carne, lo cual siempre está bien (no para la salud, pero sí para la gula).

Tras comer, como buenos frikis, nos dedicamos a jugar a juegos diversos; primero un Jungle Speed (con bastante poco de "speed"), luego un Bohnanza y finalmente, tras una bochornosa demostración de por qué no compito en el circuito profesional de Tenis, al Ekonos (que por suerte se me dio bastante mejor que el tenis ^^).

A la vuelta, depositamos a Cosmo en su casa, y tras unas cuántas vueltas conseguimos salir de Barakaldo y volver a Bilbao, y finalmente pude conocer las maravillas de ese gran invento que es la dirección asistida, que permite aparcar un coche del tamaño de un Panzer en huecos imposibles.

No pude sacar fotos porque se me acabó la batería del móvil. ^^U

3 comentarios:

Aitortxu dijo...

Ahí, ahí! poniendote gotxo! este finde has comido ya para toda la semana mariquita! JAJAJAJA aunque yo tampoco me quedé corto, la cenita que hicimos en mi casa la facción madrileña del clan cannabis y yo fué tremenda!

Javi dijo...

También cabe mencionar que el bueno de Jokin tb falla tiradas de Sabiduria de vez en cuando.

Aitortxu dijo...

¿Jokin fallando tiradas de sabiduría? ¡DIOX MIO! ¿Que te está pasando, tío? ¿Tendré que volver a Bilbao para reconducirte por el buen camino?