Recker y la danza de la victoria. Este fin de semana, 3 cosas; una, el viernes la cena con la gente de LYCO, en el chino Wok de Deusto, donde nos pusimos hasta las trancas de comer, reunimos de nuevo el nucleo duro de los euskofrikis, haciendo unas buenas risas. Luego nos fuimos de "fiesta" al Casco Viejo, que se redujo a entrar a un bar, y jugar kinito durante un rato hasta que cerraron y nos fuimos ya para casa, a eso de las 2.
El sábado tocaba tarde de juegos de mesa, y luego cine, donde tocó ver "Soy Leyenda", acerca de la cual ya me explayaré mañana, en una de mis habituales críticas cinematográficas, aunque adelantaré que al menos la película nos sirvió para reírnos mucho, y tras la misma me pude despachar a gusto con mi improvisada "performance" de Gila ante un ataque zombi.
Y hoy, partido de basket. Tras estar haciendo los papeleos para la constitución de la peña, añado que con agujetas por la pachanga que estuvimos jugando ayer (hacer deporte es malo) y lo que es el partido, pues trabajada victoria ante el Pamesa de Valencia, un gran equipo, lo mejor que ha pasado por Bilbao en mucho tiempo, y al que si hemos podido ganar ha sido en parte gracias a que hoy el trío arbitral ha decidido hacer una representación de los Reyes Magos y hacernos algún que otro regalo.
Al César lo que es del César, pero a la alegría de ganar se contrapone la rabia que da haber ganado de esa manera. (Cuando nos putean me quejo, pero si nos favorecen no queda otra que admitirlo).
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