Mileuristas y el Euribor por las nubes, no pudimos pagarnos nada mejor
Nos cuenta el siniestro viaje de Amy (Kate Beckinsale, a quien hemos podido ver en películas como "Pearl Harbour" o "Underworld") y David (Luke Wilson, hermanísimo del rubio Owen Wilson) un joven matrimonio en crisis, que acaba de perder a su hijo en un accidente y que está en trámites de divorcio, recorriendo su último viaje juntos. Él opta por tomar una carretera secundaria, abandonando la interestatal, y si algo nos ha enseñado el cine americano es que toda buena carretera secundaria tiene su motel/gasolinera con psicópata.
Como no puede ser de otra manera, el coche se avería y tienen que parar en un siniestro motel, sucio, desconchado y abocado a suspender cualquier inspección del departemanto de Sanidad que le echen, y allí descubren algo bastante aterrador, la habitación está llena de cintas snuff, ¡y rodadas en la habitación en que se encuentran! Y la pesadilla comienza cuando descubren que son las estrellas invitadas para una de estas siniestras películas.
La premisa es interesante y consigue (cinematográficamente) mantener el decoro, aunque no pase de ser un corre-que-te-pillo entre los protagonistas y los malos, bastante estereotípicos todos ellos, pero si te gusta el género, sin ser una obra maestra, es entretenida (y confieso que es un género que cada vez me tira más)
Desgranando un poco la película, es decir, haciendo unos spoilers como catedrales, procedo a contar el argumento. Así pues, no siga leyendo quien no quiera chafar la sorpresa:
Amy y David van en coche, sin parar de discutir, cuando descubren que se han perdido y que encima el coche está averiado, y deciden parar en la gasolinera de turno, un lugar bastante chungo, con un recepcionista no menos chungo, pero como es lo único que hay, aceptan, y les dan la suite nupcial (para bodas de cucaracha, porque vaya marranada) y escuchan ruidos raros en la habitación de al lado, y bueno, descubren lo de las películas, y se acojonan, sobre todo cuando ven que alguien ha entrado al baño y que ha dejado ahí la manzana que ella se dejó en su coche (y es más, han pasado horas y la manzana está sin oxidar, ¡es una manzana mutante!)
David empieza a fabular un plan, y ella, que es una histérica maniaco-depresiva adicta al Prozac (mientras él es el chico listo e intrépido que se mola a sí mismo), no deja de gritar y llorar. Hacen mil intentos de salir pero los malos (directamente salidos del Manhunt) les acosan y juegan con ellos, hasta que estudiando las citnas una y otra vez David descubre que hay una trampilla bajo la bañera, que lleva a unos túneles, y se van de paseo por ellos. Descubren uno que da a la recepción pero a punto está de pillarles el jefe (que para "sorpresa" era el recepcionista) y corretean, siendo perseguidos por los malos (una especie de orangutanes con careta) y llegan a un save point (sí, he dicho save y no safe)
Dos personajes aparecen (no a la vez) uno es un camionero al que intentan pedir ayuda, pero descubren que es un cliente que viene, les mira, se ríe, compra las películas y se marcha. El otro es un policía comedonuts, al que consiguen llamar en uno de sus múltiples paseos a recepción, que se entera del tema, les lleva al coche pero descubre que lo han saboteado (brillante el plan del malo para no llamar la atención) y comete un grave error, dice las palabras mágicas "esperadme en el coche"
A ver, Academias de Policía de EEUU, si un policía dice eso, segundos más tarde aparecerá un psicópata con un cuchillo y los matará, esa frase no se debe decir, ¡malo, caca!
Total, que se vuelven a refugiar y cazan a David, dejandolo medio muerto, pero Amy se esconde y se salva. Cuando amanece, resulta que Amy adquiere superpoderes (en un sentido figurado) ya que se carga ella solita a los tres malos y pasa de ser el trapo de mocos que gimotea y se empapuza a calmantes a la heroína que resuelve la situación.
El malo jefe hace amago de levantarse (como en toda película de terror que se precie) pero rechazando el cliché, y consciente de que le han cosido a balazos, decide permanecer muerto.
Y sorprendentemente, cuando todo acaba, Amy y David se reconcilian y vuelven a ser felices (presumiblemente hasta que a ella se le pase el efecto de la adrenalina y vuelva a entrar en fase depresiva)
Happy ending!
Aunque de título similar, no tiene nada que ver con la serie "Habitación perdida", sino que Vacancy (su título original) es una película de terror que sirve para pasar el rato pero no pasará a los anales de la Historia de las películas de miedo.
Nos cuenta el siniestro viaje de Amy (Kate Beckinsale, a quien hemos podido ver en películas como "Pearl Harbour" o "Underworld") y David (Luke Wilson, hermanísimo del rubio Owen Wilson) un joven matrimonio en crisis, que acaba de perder a su hijo en un accidente y que está en trámites de divorcio, recorriendo su último viaje juntos. Él opta por tomar una carretera secundaria, abandonando la interestatal, y si algo nos ha enseñado el cine americano es que toda buena carretera secundaria tiene su motel/gasolinera con psicópata.
Como no puede ser de otra manera, el coche se avería y tienen que parar en un siniestro motel, sucio, desconchado y abocado a suspender cualquier inspección del departemanto de Sanidad que le echen, y allí descubren algo bastante aterrador, la habitación está llena de cintas snuff, ¡y rodadas en la habitación en que se encuentran! Y la pesadilla comienza cuando descubren que son las estrellas invitadas para una de estas siniestras películas.
La premisa es interesante y consigue (cinematográficamente) mantener el decoro, aunque no pase de ser un corre-que-te-pillo entre los protagonistas y los malos, bastante estereotípicos todos ellos, pero si te gusta el género, sin ser una obra maestra, es entretenida (y confieso que es un género que cada vez me tira más)
Desgranando un poco la película, es decir, haciendo unos spoilers como catedrales, procedo a contar el argumento. Así pues, no siga leyendo quien no quiera chafar la sorpresa:
Amy y David van en coche, sin parar de discutir, cuando descubren que se han perdido y que encima el coche está averiado, y deciden parar en la gasolinera de turno, un lugar bastante chungo, con un recepcionista no menos chungo, pero como es lo único que hay, aceptan, y les dan la suite nupcial (para bodas de cucaracha, porque vaya marranada) y escuchan ruidos raros en la habitación de al lado, y bueno, descubren lo de las películas, y se acojonan, sobre todo cuando ven que alguien ha entrado al baño y que ha dejado ahí la manzana que ella se dejó en su coche (y es más, han pasado horas y la manzana está sin oxidar, ¡es una manzana mutante!)
David empieza a fabular un plan, y ella, que es una histérica maniaco-depresiva adicta al Prozac (mientras él es el chico listo e intrépido que se mola a sí mismo), no deja de gritar y llorar. Hacen mil intentos de salir pero los malos (directamente salidos del Manhunt) les acosan y juegan con ellos, hasta que estudiando las citnas una y otra vez David descubre que hay una trampilla bajo la bañera, que lleva a unos túneles, y se van de paseo por ellos. Descubren uno que da a la recepción pero a punto está de pillarles el jefe (que para "sorpresa" era el recepcionista) y corretean, siendo perseguidos por los malos (una especie de orangutanes con careta) y llegan a un save point (sí, he dicho save y no safe)
Dos personajes aparecen (no a la vez) uno es un camionero al que intentan pedir ayuda, pero descubren que es un cliente que viene, les mira, se ríe, compra las películas y se marcha. El otro es un policía comedonuts, al que consiguen llamar en uno de sus múltiples paseos a recepción, que se entera del tema, les lleva al coche pero descubre que lo han saboteado (brillante el plan del malo para no llamar la atención) y comete un grave error, dice las palabras mágicas "esperadme en el coche"
A ver, Academias de Policía de EEUU, si un policía dice eso, segundos más tarde aparecerá un psicópata con un cuchillo y los matará, esa frase no se debe decir, ¡malo, caca!
Total, que se vuelven a refugiar y cazan a David, dejandolo medio muerto, pero Amy se esconde y se salva. Cuando amanece, resulta que Amy adquiere superpoderes (en un sentido figurado) ya que se carga ella solita a los tres malos y pasa de ser el trapo de mocos que gimotea y se empapuza a calmantes a la heroína que resuelve la situación.
El malo jefe hace amago de levantarse (como en toda película de terror que se precie) pero rechazando el cliché, y consciente de que le han cosido a balazos, decide permanecer muerto.
Y sorprendentemente, cuando todo acaba, Amy y David se reconcilian y vuelven a ser felices (presumiblemente hasta que a ella se le pase el efecto de la adrenalina y vuelva a entrar en fase depresiva)
Happy ending!
1 comentario:
creo que no iré a verla...
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