La cosa salió bastante bien, calculando me sale que estábamos 17, y repartiendo a la gente por la casa, cocina para beber; salón la WII y cuarto de invitados para el Buzz de la PS2 (para quienes no lo conozcan, un juego de preguntas y respuestas al estilo de los concursos de la televisión)
La gente se lo pasó bastante bien, que era lo importante. No se emborracharon demasiado, y lo que es mejor, que tuvieron conmigo el enorme detallazo de regalarme nada menos que una Nintendo DS, cosa que me dejó sin palabras, pero aunque las hubiera tenido, ninguna habría bastado para expresar mi agradecimiento.
Y los muy puñeteros tuvieron su gracia no solo con el regalo en sí, sino en la forma de darlo, ya que me lo dieron, además de con la hoja que se ve (sospecho por el estilo que los dibujos podrían ser de Ane) me lo dieron en una bolsita de Intimissimi, con lo que supongo que mi cara a la hora de desenvolverla debía de ser un soneto. (Y creo que esto supera aquella vez que me entregaron el regalo de cumpleaños envuelto en notas necrológicas)
Sin más que decir, que gracias a todos y a todas, por haber venido, y sed bienvenidos a futuras fiestas, y que sepáis que os volveré a machacar de forma inmisericorde en el trivial de la Wii.
Y por supuesto, mi más sincero y eterno agradecimiento a quienes no dejaron que cierta persona eligiera el color de la DS.
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