Volvió la ACB a Bilbao, volvió el basket a la Casilla, y con él vuelven también las victorias, aunque ha sido una victoria bastante menos cómoda que lo que podría parecer a la vista del marcador, ya que no ha sido hasta los últimos compases del partido cuando de la mano del lituano Seibutis hemos roto un partido muy apretado, y en el que hemos ido por detrás en el marcador durante bastante tiempo.
La primera mitad fue un canto contra el baloncesto, un atentado contra la pelota naranja, y un verdadero insulto a la memoria de Naismith, por parte de ambos equipos, pero sobre todo por parte del Bilbao Basket, que no daba una a derechas. Y bueno, poco dice en favor del rival, que jugando nosotros uno de los peores partidos en años, solo llegaran al descanso 4 puntos arriba.
El 3º cuarto fue algo mejor, ya que al menos cortamos la sangría, y nos llegamos a poner arriba, pero todo intento de despegarnos en el marcador era un espejismo, ya que se nos pegaban vilmente al culo, y el partido se convirtió en un toma y daca que podía decantarse por cualquiera de las dos facciones. Especialmente puñetero estuvo su base Jeter "Winnie" Pooh, que después de estar todo el partido desaparecido, empezó a meter canastas de todos los colores y sabores, y llegó a poner a su equipo un punto arriba (59-60) a 3 minutos del final.
Por suerte, suyo fue también el fallo que desembocó en la blitzkrieg anotadora de Seibutis, que con sus 19 puntos decantó el envite del lado bilbaíno, en un partido que no era de extrañar que en cuanto apretáramos un poco, la victoria era posible.
Lo dicho, una victoria demasiado sufrida, pero una victoria al fin y al cabo, que es lo que cuenta. Por otra parte, que alguien mate al speaker, que el apodo de Marko Banic no es "ciclón", sino "pollo", cosa que hace bastante que dejó de ser una coña privada, para ser algo, creo que más o menos de dominio público.
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