Recordarán mis dilectos y ávidos lectores que hace un tiempo dedicaba una entrada, y más concretamente un episodio de mis memorias, a un episodio protagonizado por los famosos registros de morosos en el ámbito de las telecomunicaciones, y las famosas cartitas que tanto gustan de mandar.
Pues bueno, como ya dice el refrán, arrieros somos, así que el otro día me llevé una divertida sorpresa cuando mi padre me llamó para decirme que había llegado a mi nombre una carta de "Espand Abogados" (Spam abogados deberían llamarse), en la que me reclaman el monto de 11,60 euros que supuestamente debo a la operadora Ya.com.
Ya.com es con quien tenía Internet en casa de mi padre, y cuando me mudé dimos la línea de baja, pagando el mes entero, y dejandolo todo bien atadito, pero un par de semanas más tarde tuvieron a bien cargarme 11,60 euros más, sin darme ninguna explicación, recibo que fue echado para atrás, que ya les pagué todo lo que tenía que pagar. Si me hubieran dicho "nos debes 11,60 euros por tal razón", y de ver que es cierto, no tengo mayor problema, pero que me los cobren porque sí, pues va a ser que no, que yo ya pagué, y sin rechistar, todo lo que tenía que pagarles.
Por tanto, no me soprendió mucho encontrarme con esa carta, aunque el efecto producido es poco más que un ataque de risa, y de volver a leer la carta con la que tan familiarizado estoy, viendo cómo en un modelo de demanda (que ni siquiera es una demanmda) chapuceramente redactada y con varias lagunas jurídicas, pero con palabras grandilocuentes, me amenazan con todo tipo de males, embargos, juicios, autos de fe, consejos de guerra, penurias judiciales varias... pero oye, que si me quieren llevar a juicio por 11,60 euros, allá ellos. Que no lo harán, pero mira que me iba a preocupar mucho si lo hicieran.
Además, estos Espandapájaros de la abogacía son chapuceros. Cualquiera con un mínimo de conocimiento vería que esa demanda monitoria es ridícula. Como ya expliqué en una entrada anterior, mediante el procedimiento monitorio (que es el aplicable al caso), se notifica la demanda al demandado, que puede pagar, negarse o no hacer nada, y en el caso de que no haga nada, queda expedita la vía de ejecución, por la que se puede solicitar la ejecución (pero es otro procedimiento, hay que hacer otro escrito y tal) y estos gañanes ya se saltan todo lo intermedio, y patapum palante, que diría Clemente, ya solicitan la ejecución en el escrito. Oigan señores, que digo yo que me podré oponer o podré pagar voluntariamente, ¿no?
No menos gracioso resulta el párrafo "que a pesar de los múltiples requerimientos de pago realizados, tanto verbales, como escritos..." ¿requerimientos verbales? ¿al cuello de su camisa? ¿escritos? Yo no he recibido ninguna otra carta de estos señores. Es más, ésta la han enviado a una dirección en la que yo no resido, y por correo ordinario.
Vamos, que esto no va a llegar a ninguna parte lo sé, y no pasa de ser algo anecdótico, y eso ellos lo saben, pero mira, tú amenázalos a todos, que alguno habrá que se acojone al leer la palabra "juicio".
Pero a otro perro con ese hueso.
Pues bueno, como ya dice el refrán, arrieros somos, así que el otro día me llevé una divertida sorpresa cuando mi padre me llamó para decirme que había llegado a mi nombre una carta de "Espand Abogados" (Spam abogados deberían llamarse), en la que me reclaman el monto de 11,60 euros que supuestamente debo a la operadora Ya.com.
Ya.com es con quien tenía Internet en casa de mi padre, y cuando me mudé dimos la línea de baja, pagando el mes entero, y dejandolo todo bien atadito, pero un par de semanas más tarde tuvieron a bien cargarme 11,60 euros más, sin darme ninguna explicación, recibo que fue echado para atrás, que ya les pagué todo lo que tenía que pagar. Si me hubieran dicho "nos debes 11,60 euros por tal razón", y de ver que es cierto, no tengo mayor problema, pero que me los cobren porque sí, pues va a ser que no, que yo ya pagué, y sin rechistar, todo lo que tenía que pagarles.
Por tanto, no me soprendió mucho encontrarme con esa carta, aunque el efecto producido es poco más que un ataque de risa, y de volver a leer la carta con la que tan familiarizado estoy, viendo cómo en un modelo de demanda (que ni siquiera es una demanmda) chapuceramente redactada y con varias lagunas jurídicas, pero con palabras grandilocuentes, me amenazan con todo tipo de males, embargos, juicios, autos de fe, consejos de guerra, penurias judiciales varias... pero oye, que si me quieren llevar a juicio por 11,60 euros, allá ellos. Que no lo harán, pero mira que me iba a preocupar mucho si lo hicieran.
Además, estos Espandapájaros de la abogacía son chapuceros. Cualquiera con un mínimo de conocimiento vería que esa demanda monitoria es ridícula. Como ya expliqué en una entrada anterior, mediante el procedimiento monitorio (que es el aplicable al caso), se notifica la demanda al demandado, que puede pagar, negarse o no hacer nada, y en el caso de que no haga nada, queda expedita la vía de ejecución, por la que se puede solicitar la ejecución (pero es otro procedimiento, hay que hacer otro escrito y tal) y estos gañanes ya se saltan todo lo intermedio, y patapum palante, que diría Clemente, ya solicitan la ejecución en el escrito. Oigan señores, que digo yo que me podré oponer o podré pagar voluntariamente, ¿no?
No menos gracioso resulta el párrafo "que a pesar de los múltiples requerimientos de pago realizados, tanto verbales, como escritos..." ¿requerimientos verbales? ¿al cuello de su camisa? ¿escritos? Yo no he recibido ninguna otra carta de estos señores. Es más, ésta la han enviado a una dirección en la que yo no resido, y por correo ordinario.
Vamos, que esto no va a llegar a ninguna parte lo sé, y no pasa de ser algo anecdótico, y eso ellos lo saben, pero mira, tú amenázalos a todos, que alguno habrá que se acojone al leer la palabra "juicio".
Pero a otro perro con ese hueso.
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