Esta sección suele contener historias patéticas, con un trasfondo divertido, sobre todo contado desde la perspectiva, pero muchas de ellas son relatos de cosas que mejor no hubieran pasado: frustraciones, pérdidas de tiempo, y en general malas experiencias. Pero esta que voy a relatar ahora sea probablemente una de las más divertidas de aquella época, cuando fui...
Cliente Misterioso
Un cliente misterioso es, en esencia, alguien contratado por la misma empresa para hacerse pasar por un posible cliente, examinar la actitud del comercial de turno, y luego redactar un informe, que sirve para evaluarlo, y luego ese informe es tenido en cuenta por la empresa, llegando a tener a veces los comerciales un variable que depende de la evaluación.
Es, en definitiva, un trabajo que consiste en ir a un sitio, hacerte pasar por otra persona e interpretar un papel durante un rato. Eso se parecía bastante a lo que hacía los fines de semana, que se llama jugar a rol, y si encima me iban a pagar por ello, ¡era el trabajo perfecto! Lo cierto es que pagaban muy poco, pero no tenía nada que hacer, estaba en paro, y aunque sabía que dentro de un mes o así iba a empezar a trabajar, me pareció una buena opción. Era como jugar a los espías, pero sin arriesgarme a que me pegaran un tiro.
Me dijeron que era necesario que fuéramos de dos en dos, y que me correspondía a mí buscar un compinche, así que me acordé de Aitor, que en aquella época tampoco tenía trabajo, y ahí nos fuimos ambos, como agentes "doble cero", a desempeñar tan curiosa actividad.
La empresa en cuestión era una marca de coches (Nissan), y la tarea consistía en recorrer unos concesionarios que ellos nos habían indicado. Teníamos que aparecer ahí, por supuesto fingir que no nos conocíamos, y mostrar interés por alguno de los coches, y en cuanto apareciera el comercial, dejarnos vender la moto (bueno, en este caso el coche) y fijarnos en si el (o la) comercial nos ofrecía probar el coche, nos hablaba de ciertas prestaciones, nos preguntaba qué uso queríamos darle, etc... y ahí íbamos, con nuestra coartada. En mi caso, me había salido un trabajo en San Sebastián, que me requería ir todos los días y tal (por lo que me recomendaban un Diesel), y bueno, debo decir que me topé con comerciales muy buenos. Hubo uno en concreto, del concesionario de Iurreta, que me pareció un comercial excelente, un monstruo, y debo decir que porque casualidad ese día no llevaba 24.000 euros en la cartera, que si no, prometo que me habría comprado el coche.
Y así transcurrió el día, recorriendo Bizkaia, de un concesionario a otro, "comprando" coches, y luego haciendo nuestros feroces informes para entregar a la empresa, siendo lo de los informes la parte aburrida, pero había que hacerlo.
Luego estaba la parte de tener que dar largas al comercial cuando días más tarde preguntaba si seguíamos interesados en el coche (que están obligados a ello, y era otro punto a evaluar) y había que buscar mil excusas para decir que ya no estábamos interesados, igual, claro está, que había que buscar excusas para no comprar el coche al instante. (Que si tengo que hablarlo con la novia, que si el que me da la pasta es mi padre y tengo que consultárselo, que si paga la empresa y tengo que presentarles antes el presupuesto, que si la abuela fuma y el coche no tiene cenicero...) Por otra parte,estoy seguro de que con lo mal que miento, más de uno, si no todos, me calarían a la primera, y se darían cuenta de a lo que iba, pero bueno, como ya dije, estos al menos no me iban a disparar.
Fui algún día más, bien con Aitor, bien en solitario, pero cuando ya empecé a trabajar en algo que me requería más tiempo, tuve que dejarlo, ya que llegaba un momento en que empezaba a suponer un lastre de tiempo, y pagaban demasiado poco como para que mereciera la pena desfondarse en ello. Así y todo, debo decir que aunque diera para cubrir gastos y poco más, fue una actividad divertidísima, y bastante gratificante, que recuerdo con bastante agrado. Además, "pagaban poco" siempre será mejor que "no pagaban nada".
Y bueno, que ha sido sin duda el más friki de cuantos trabajos haya tenido. Rolero profesional, oigan.
Cliente Misterioso
Un cliente misterioso es, en esencia, alguien contratado por la misma empresa para hacerse pasar por un posible cliente, examinar la actitud del comercial de turno, y luego redactar un informe, que sirve para evaluarlo, y luego ese informe es tenido en cuenta por la empresa, llegando a tener a veces los comerciales un variable que depende de la evaluación.
Es, en definitiva, un trabajo que consiste en ir a un sitio, hacerte pasar por otra persona e interpretar un papel durante un rato. Eso se parecía bastante a lo que hacía los fines de semana, que se llama jugar a rol, y si encima me iban a pagar por ello, ¡era el trabajo perfecto! Lo cierto es que pagaban muy poco, pero no tenía nada que hacer, estaba en paro, y aunque sabía que dentro de un mes o así iba a empezar a trabajar, me pareció una buena opción. Era como jugar a los espías, pero sin arriesgarme a que me pegaran un tiro.
Me dijeron que era necesario que fuéramos de dos en dos, y que me correspondía a mí buscar un compinche, así que me acordé de Aitor, que en aquella época tampoco tenía trabajo, y ahí nos fuimos ambos, como agentes "doble cero", a desempeñar tan curiosa actividad.
La empresa en cuestión era una marca de coches (Nissan), y la tarea consistía en recorrer unos concesionarios que ellos nos habían indicado. Teníamos que aparecer ahí, por supuesto fingir que no nos conocíamos, y mostrar interés por alguno de los coches, y en cuanto apareciera el comercial, dejarnos vender la moto (bueno, en este caso el coche) y fijarnos en si el (o la) comercial nos ofrecía probar el coche, nos hablaba de ciertas prestaciones, nos preguntaba qué uso queríamos darle, etc... y ahí íbamos, con nuestra coartada. En mi caso, me había salido un trabajo en San Sebastián, que me requería ir todos los días y tal (por lo que me recomendaban un Diesel), y bueno, debo decir que me topé con comerciales muy buenos. Hubo uno en concreto, del concesionario de Iurreta, que me pareció un comercial excelente, un monstruo, y debo decir que porque casualidad ese día no llevaba 24.000 euros en la cartera, que si no, prometo que me habría comprado el coche.
Y así transcurrió el día, recorriendo Bizkaia, de un concesionario a otro, "comprando" coches, y luego haciendo nuestros feroces informes para entregar a la empresa, siendo lo de los informes la parte aburrida, pero había que hacerlo.
Luego estaba la parte de tener que dar largas al comercial cuando días más tarde preguntaba si seguíamos interesados en el coche (que están obligados a ello, y era otro punto a evaluar) y había que buscar mil excusas para decir que ya no estábamos interesados, igual, claro está, que había que buscar excusas para no comprar el coche al instante. (Que si tengo que hablarlo con la novia, que si el que me da la pasta es mi padre y tengo que consultárselo, que si paga la empresa y tengo que presentarles antes el presupuesto, que si la abuela fuma y el coche no tiene cenicero...) Por otra parte,estoy seguro de que con lo mal que miento, más de uno, si no todos, me calarían a la primera, y se darían cuenta de a lo que iba, pero bueno, como ya dije, estos al menos no me iban a disparar.
Fui algún día más, bien con Aitor, bien en solitario, pero cuando ya empecé a trabajar en algo que me requería más tiempo, tuve que dejarlo, ya que llegaba un momento en que empezaba a suponer un lastre de tiempo, y pagaban demasiado poco como para que mereciera la pena desfondarse en ello. Así y todo, debo decir que aunque diera para cubrir gastos y poco más, fue una actividad divertidísima, y bastante gratificante, que recuerdo con bastante agrado. Además, "pagaban poco" siempre será mejor que "no pagaban nada".
Y bueno, que ha sido sin duda el más friki de cuantos trabajos haya tenido. Rolero profesional, oigan.
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