¿Oktoberqué?

Wo ist das Oktoberfest, und wo sind die Roljornaden?

Ayer el plan era el siguiente: durante el día unas maravillosas jornadas de rol y juegos en Amorebieta, y por la noche una fiesta mítica y multitudinaria en Barakaldo, para celebrar, un par de semanas después, el Oktoberfest.

Aunque en la práctica se revelara como el caso de publicidad engañosa más flagrante desde "La historia interminable", ya que ni unas ni otras fueron tan espectaculares como cabía esperar.

A las jornadas asistí provisto de dos Aitores y un Diego (bueno, uno de los aitores se incorporó más tarde) y descubrimos al llegar a Amorebieta dos cosas; una, que la gasolina ha bajado escandalosamente de precio, lo cual se agradece. Lo segundo, que en las jornadas había 4 gatos, y éramos nosotros. Por lo que el plan se redujo a comer una pizza y jugar a un juego de mesa (Caylus) entre nosotros, algo que podríamos haber hecho sin movernos de Bilbao en absoluto.

Tras las megajornadas tocó volver, y disfrutar de las maravillas del tráfico rodado en la muy noble villa de Bilbao. Amorebieta-Bilbao, una media hora. Aparcar en Bilbao, 45 minutos. La ristra de improperios que solté contra la ordenación urbana mientras me recorría todas las calles en busca de un hueco... no tiene precio.

Por la noche tocaba el citado Oktoberfest, donde fuimos un reducido grupo de personas, al bar donde era la "fiesta", y en fin, digamos que llenamos el bar con nuestra presencia (y estábamos 7 personas), y aquello tenía de fiesta lo que yo de sacerdote ortodoxo, así que nos fuimos a buscar algo para cenar.

Tuvimos las megafiestas turca y australiana (es decir, entramos a un kebab y a un restaurante australiano y nos fuimos sin pedir nada, algo tan festivo como el "Oktoberfest"), y tras cenar en un sitio de bocatas, acabamos saliendo de fiesta por Barakaldo, que hacía la tira que no visitaba esa zona (y la verdad, comprendo perfectamente por qué no la echaba de menos).

Pero bueno, es innegable que fue un fin de semana distinto.