Dark Galaxy, Violet Sector, Bitefight, Basketstars... todos ellos tienen algo en común. Todos son juegos gratuitos online, basados en un entorno web, a todos he jugado en algún momento, y todos me han acabado aburriendo.
Al principio todos tienen su cierta gracia, y atrapan al jugador, ves como tu personaje/chiringuito/equipo/loquesea va creciendo, y esperas que haya pasado el tiempo para poder hacer el siguiente turno, vas como hormiguita gestando tu leyenda, y como es gratis, no pierdes nada más aparte de tiempo.
Pero es que llega un momento en el que, al menos a mí, me acaban aburriendo, no ha habido web-game de éstos con el que no me haya pasado, eso sin contar con que en muchas ocasiones son betas, y reinician el servidor, borrando los datos y teniendo que empezar de cero.
El primero fue el Dark Galaxy, un juego que consistía en que tenías tu planeta, ibas edificando, construías naves y colonizabas otros planetas, acumulabas planetas, y aquello más parecía Pokemon que otra cosa. Llegamos a viciarnos bastente, e incluso hicimos una alianza con (cutre) página web. Tenía planetas a docenas, con nombres algunos absurdos (mítico planeta Osteoporosis), pero me harté.
También probé el Violet Sector. La idea era simpática: cada jugador era una navecita y componían una flota, lo malo es que te obligaba a estar pendiente del juego, y hacer el turno justo cada 6 horas, y llega un momento en el que te planteas "¿por qué hago esto si no me divierto? si quisiera estar pendiente de accionar una máquina cada X tiempo me iría a una isla desierta" y dejas de jugar.
Es lo de siempre, llega el momento en el que me dejo de divertir con estos juegos, sin excepción. Probé también el Bitefight (uno de vampiros), el Statenations (o Nation States), uno que tenía su cierta gracia: manejabas un país y tomabas decisiones políticas, aunque superada la originalidad inicial, era todo el rato lo mismo; algunos de los juegos del Facebook (Knighthood, World War II...), y en algunos activé cuenta y nunca llegué a jugar, como el Travian, Gaia online o uno de las Cruzadas.
Y alguno, es más, llegó a tener entrada propia en este blog, como fue el caso de Basketstars. Que siguió por el mismo camino. El Hattrick, lo mismo pero de fútbol también lo probé, pero dejé de jugar cuando me di cuenta de que el resultado era exactamente el mismo cuando lo cuidaba a diario que cuando pasaba de él.
Debo admitir también que con estos juegos tengo poca paciencia y muy mal perder, y que en cuanto pierdo me suelo picar. No me importa perder contra oponentes humanos, pero no soporto perder contra una máquina, y a los efectos, por mucho que detrás de Sefirot666, Neodemon_69 o kingofthehill57 haya un coreano, letón o conquense, el efecto es el mismo que si jugara yo contra la máquina, y el día en que un criajo me arrasó en el Dark Galaxy es el día en que dejé de jugar.
Así que, juegos web no, gracias.
Al principio todos tienen su cierta gracia, y atrapan al jugador, ves como tu personaje/chiringuito/equipo/loquesea va creciendo, y esperas que haya pasado el tiempo para poder hacer el siguiente turno, vas como hormiguita gestando tu leyenda, y como es gratis, no pierdes nada más aparte de tiempo.
Pero es que llega un momento en el que, al menos a mí, me acaban aburriendo, no ha habido web-game de éstos con el que no me haya pasado, eso sin contar con que en muchas ocasiones son betas, y reinician el servidor, borrando los datos y teniendo que empezar de cero.
El primero fue el Dark Galaxy, un juego que consistía en que tenías tu planeta, ibas edificando, construías naves y colonizabas otros planetas, acumulabas planetas, y aquello más parecía Pokemon que otra cosa. Llegamos a viciarnos bastente, e incluso hicimos una alianza con (cutre) página web. Tenía planetas a docenas, con nombres algunos absurdos (mítico planeta Osteoporosis), pero me harté.
También probé el Violet Sector. La idea era simpática: cada jugador era una navecita y componían una flota, lo malo es que te obligaba a estar pendiente del juego, y hacer el turno justo cada 6 horas, y llega un momento en el que te planteas "¿por qué hago esto si no me divierto? si quisiera estar pendiente de accionar una máquina cada X tiempo me iría a una isla desierta" y dejas de jugar.
Es lo de siempre, llega el momento en el que me dejo de divertir con estos juegos, sin excepción. Probé también el Bitefight (uno de vampiros), el Statenations (o Nation States), uno que tenía su cierta gracia: manejabas un país y tomabas decisiones políticas, aunque superada la originalidad inicial, era todo el rato lo mismo; algunos de los juegos del Facebook (Knighthood, World War II...), y en algunos activé cuenta y nunca llegué a jugar, como el Travian, Gaia online o uno de las Cruzadas.
Y alguno, es más, llegó a tener entrada propia en este blog, como fue el caso de Basketstars. Que siguió por el mismo camino. El Hattrick, lo mismo pero de fútbol también lo probé, pero dejé de jugar cuando me di cuenta de que el resultado era exactamente el mismo cuando lo cuidaba a diario que cuando pasaba de él.
Debo admitir también que con estos juegos tengo poca paciencia y muy mal perder, y que en cuanto pierdo me suelo picar. No me importa perder contra oponentes humanos, pero no soporto perder contra una máquina, y a los efectos, por mucho que detrás de Sefirot666, Neodemon_69 o kingofthehill57 haya un coreano, letón o conquense, el efecto es el mismo que si jugara yo contra la máquina, y el día en que un criajo me arrasó en el Dark Galaxy es el día en que dejé de jugar.
Así que, juegos web no, gracias.
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