Esta entrada va dedicada a uno de los escritores que recuerdo de mi infancia: Gianni Rodari (1920-1980). Hubo otros, como Michael Ende (Momo, La historia interminable, Jim Botón), René Gosciny (el pequeño Nicolás, y qué raro se me hace no escribir "Nikolas Txiki"), que también me marcaron, aunque son, creo, más conocidos que el italiano. (Quien no sepa quién es Asterix es porque directamente es de otro planeta).
De Rodari, cuyos libros leí en euskera, en aquella modesta biblioteca de colegio, recuerdo su estilo sencillo, simpático, con una imaginación desbordante y muy, muy fácil de leer, ayudado porque fueran historias cortitas. Y recuerdo especialmente Cuentos para jugar, un precursor de los librojuegos, donde los cuentos planteaban finales alternativos, a gusto del consumidor, y cuya edición electrónica, en el enlace, ayudará a esbozar una nostálgica sonrisa a quien leyera en su día ese libro.
Gianni Rodari en la Wikipedia.
De Rodari, cuyos libros leí en euskera, en aquella modesta biblioteca de colegio, recuerdo su estilo sencillo, simpático, con una imaginación desbordante y muy, muy fácil de leer, ayudado porque fueran historias cortitas. Y recuerdo especialmente Cuentos para jugar, un precursor de los librojuegos, donde los cuentos planteaban finales alternativos, a gusto del consumidor, y cuya edición electrónica, en el enlace, ayudará a esbozar una nostálgica sonrisa a quien leyera en su día ese libro.
Gianni Rodari en la Wikipedia.
1 comentario:
Genial… Que gustos más parecidos. Adoro a Rodari y sus cuentos para jugar, fueron parte de mi friísimo actual. Y Jim Boton es mi libro preferido de cuando era pequeño.
Gracias por los recuerdos.
PD: Nikolas Txiki? Como diría Obélix… ¡Euskaldunak dira ero!! (VIVA EL GOOGLE TRANSLATOR !!!!)
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