Ayer fue un día festivo tirando a tranquilito. Por la mañana durmiendo casi hasta la hora de comer, y por la tarde al cine, a ver la decepcionante e infantil Super 8. Por la noche al concierto del Reno Renardo. No soy especialmente fan de ese grupo, y de sobra es conocida mi escasa afición por los conciertos. Pero al final somos animalitos gregarios, y no me apetecía quedarme solo, así que fui. Mucha gente, y en cuanto empezó el concierto: lluvia.
Estuve poco rato, y lo poco que estuve me aburrí, ya que no se oía nada bien, y si a un grupo cuya gracia son las letras le quitas eso, y encima no te sabes las canciones... apaga y vámonos.
Así que en cuanto tuve ocasión, al de 15 minutos, más o menos, me escapé, y nos fuimos a tomar una copichuela a la txozna. Pero entre que estábamos cansados y llovía, nos fuimos prontito a casa. Y de camino a casa me pilló una horrorosa lluvia, que me dejó totalmente empapado.
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