Llevaba tiempo queriéndome marchar de Vodafone, ya que sus precios eran abusivos y el servicio bastante malo. Así que me decanté, ante el aluvión de opiniones positivas, por Simyo. Tan pronto me venció la permanencia en Vodafone, inicié los trámites para la portabilidad, y pese a la insistencia de Vodafone, la confirmé.
Entonces en Vodafone me dijeron que el día 4 me daban de baja y ya podía poner la tarjeta nueva, la de Simyio, que teóricamente me mandarían a casa antes de esa fecha.
Como veía que la tarjeta no llegaba, el sábado por la mañana llamé, y me dijeron que no me preocupara, que el lunes, o a más tardar el martes, me llegaría la tarjeta.
El lunes no había nada en el buzón. Nada el martes, cuando por cierto, los simpáticos de Vodafone me cortaron el Internet del móvil ( pretenderán cobrarme el mes entero, como si lo viera) y vuelvo a llamar, a ver qué pasa. Me aseguran que ya lo han enviado, y que me debería llegar ayer por la mañana, que la tarjeta llega siempre antes de la fecha de portabilidad.
Ayer nada de nada. Vuelvo a llamar, bastante cabreado, y la operadora solo me sabe repetir una y otra vez "mañana le llega la tarjeta, mañana le llega la tarjeta". Sí, sí, pero yo hoy toda la mañana sin línea telefónica. Llego a casa, y cuando miro en el buzón, cabreo monumental al ver que no está la tarjeta. Les llamo (uso por primera vez en años el fijo) y les echo la bronca, a ver qué cojones pasa con la tarjeta. Me acaba diciendo que lo han enviado hoy, y me da el número de localizador.
Llamo a Correos y me confirman que efectivamente lo han mandaod hoy. Cojonudo, oigan. ¿Pretenden que me llegue a casa antes del 4 de agosto, enviándolo el 4 de agosto? ¿Se puede ser más inútil? Encima me mienten, porque tanto el lunes como ayer me decían que ya estaba enviado, y hoy descubro que lo han mandado hoy.
Y claro, lo divertido es que como lo han mandado hoy, me puede llegar mañana... o no. Y como mañana, casualidades de la vida, es viernes, pues puede pasar que me tenga que quedar sin teléfono todo el fin de semana, y todo porque no se les ha ocurrido mandarla a tiempo. Y a todo esto, nadie me garantiza que vaya a tenerlo el lunes o el martes. Y a ver las risas si el miércoles, que me voy de viaje, no tengo la dichosa tarjeta.
Me estoy planteando seriamente batir el record de breve permanencia en compañía telefónica, porque desde luego, vaya forma de tocar los cojones sin ser aún siquiera cliente de ellos. Estaba hasta los huevos de Vodafone, pero esto ha sido ir de Guatemala a Guatepeor.
Ahora entiendo por qué se llaman Simyo.
Entonces en Vodafone me dijeron que el día 4 me daban de baja y ya podía poner la tarjeta nueva, la de Simyio, que teóricamente me mandarían a casa antes de esa fecha.
Como veía que la tarjeta no llegaba, el sábado por la mañana llamé, y me dijeron que no me preocupara, que el lunes, o a más tardar el martes, me llegaría la tarjeta.
El lunes no había nada en el buzón. Nada el martes, cuando por cierto, los simpáticos de Vodafone me cortaron el Internet del móvil ( pretenderán cobrarme el mes entero, como si lo viera) y vuelvo a llamar, a ver qué pasa. Me aseguran que ya lo han enviado, y que me debería llegar ayer por la mañana, que la tarjeta llega siempre antes de la fecha de portabilidad.
Ayer nada de nada. Vuelvo a llamar, bastante cabreado, y la operadora solo me sabe repetir una y otra vez "mañana le llega la tarjeta, mañana le llega la tarjeta". Sí, sí, pero yo hoy toda la mañana sin línea telefónica. Llego a casa, y cuando miro en el buzón, cabreo monumental al ver que no está la tarjeta. Les llamo (uso por primera vez en años el fijo) y les echo la bronca, a ver qué cojones pasa con la tarjeta. Me acaba diciendo que lo han enviado hoy, y me da el número de localizador.
Llamo a Correos y me confirman que efectivamente lo han mandaod hoy. Cojonudo, oigan. ¿Pretenden que me llegue a casa antes del 4 de agosto, enviándolo el 4 de agosto? ¿Se puede ser más inútil? Encima me mienten, porque tanto el lunes como ayer me decían que ya estaba enviado, y hoy descubro que lo han mandado hoy.
Y claro, lo divertido es que como lo han mandado hoy, me puede llegar mañana... o no. Y como mañana, casualidades de la vida, es viernes, pues puede pasar que me tenga que quedar sin teléfono todo el fin de semana, y todo porque no se les ha ocurrido mandarla a tiempo. Y a todo esto, nadie me garantiza que vaya a tenerlo el lunes o el martes. Y a ver las risas si el miércoles, que me voy de viaje, no tengo la dichosa tarjeta.
Me estoy planteando seriamente batir el record de breve permanencia en compañía telefónica, porque desde luego, vaya forma de tocar los cojones sin ser aún siquiera cliente de ellos. Estaba hasta los huevos de Vodafone, pero esto ha sido ir de Guatemala a Guatepeor.
Ahora entiendo por qué se llaman Simyo.
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