La nueva edición de Gran Hermano.
La película de moda, basada en la novela homónima. Como no he tenido aún ocasión de leer el libro, no puedo decir si es una buena o mala adaptación, y no me queda más remedio que valorarla únicamente como película.
La premisa, que inevitablemente recuerda a Battle Royale, es la siguiente: en un futuro distópico, como medida de castigo a los 12 distritos disidentes del ficticio país de Panem (realmente unos futuristas Estados Unidos de América) obligan a que cada uno de ellso envíe cada año a sus tributos. Un chico y una chica de entre 12 y 18 años, para que se presenten a un siniestro pero popular concurso: un duelo por la supervivencia en el que los 24 tributos deben matarse entre sí, y del que solo uno puede salir con vida.
Y la protagonista aquí es Katniss Everdeen, una experta arquera que decide participar en los Juegos para salvar a su hermana pequeña de lo que sería una muerte casi segura. Es enviada a la capital, donde recibirá el adiestramiento, y una pequeña muestra de los lujos y beneficios que tendría su vida en caso de ganar. Si pierde, obviamente, a la churrera se va. Me sorprendió de la película que los juegos en sí, lo que es la batalla por la supervivencia, no componen el grueso de la película.
De hecho, hasta bien entrada la segunda hora diría que no empiezan. Se centra más en toda la parafernalia que rodea al concurso, algunas muestras de cómo es el mundo en el que se encuadra, y las relaciones entre los concursantes, sabedores de que tarde o temprano se van a tener que matar entre sí.
Valorándola como película de acción no está mal. Es entretenida y eso. Si bien es cierto que hay algunas cosas que obligan a apagar un poco el cerebro, pues no parecen tener demasiado sentido. Aunque esto tiene pinta de ser de esas cosas que la novela explica, y que la película debe pasar por alto. Aunque se agradece el discurso en el que el presidente da algo de sentido al concepto de los juegos.
En definitiva, no es una película que me vaya a quitar el sueño, pero tampoco es, como podía temerse, la hija bastarda de Crepúsculo y Battle Royale. Se puede ver.
Y la protagonista aquí es Katniss Everdeen, una experta arquera que decide participar en los Juegos para salvar a su hermana pequeña de lo que sería una muerte casi segura. Es enviada a la capital, donde recibirá el adiestramiento, y una pequeña muestra de los lujos y beneficios que tendría su vida en caso de ganar. Si pierde, obviamente, a la churrera se va. Me sorprendió de la película que los juegos en sí, lo que es la batalla por la supervivencia, no componen el grueso de la película.
De hecho, hasta bien entrada la segunda hora diría que no empiezan. Se centra más en toda la parafernalia que rodea al concurso, algunas muestras de cómo es el mundo en el que se encuadra, y las relaciones entre los concursantes, sabedores de que tarde o temprano se van a tener que matar entre sí.
Valorándola como película de acción no está mal. Es entretenida y eso. Si bien es cierto que hay algunas cosas que obligan a apagar un poco el cerebro, pues no parecen tener demasiado sentido. Aunque esto tiene pinta de ser de esas cosas que la novela explica, y que la película debe pasar por alto. Aunque se agradece el discurso en el que el presidente da algo de sentido al concepto de los juegos.
En definitiva, no es una película que me vaya a quitar el sueño, pero tampoco es, como podía temerse, la hija bastarda de Crepúsculo y Battle Royale. Se puede ver.
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