Es poco frecuente que hable de fútbol en el blog, pues no es una de mis aficiones. Pero hay veces en las que es inevitable. El equipo local, el irracionalmente idolatrado Athletic, ganó ayer la semifinal de la Europa League, con lo que el bombardeo continúa.
Antes me era algo totalmente indiferente, y me importaba el Athletic tanto como el Conquense o el Atlético de Ceuta. Pero cuando te meten algo tan en vena, caben dos opciones: el contagio o el rechazo. En mi caso es el segundo: les he acabado por coger manía.
No quería que ganaran, pues eso significa ruidos, molestias, Bilbao colapsado, etc. Y cuando viviendo en un 16º piso te despiertan los gritos de futboleros a las 3:30 de la madrugada de un jueves, el sentimiento de hostilidad se acrecienta. Lo que era indiferencia se ha convertido en un deseo firme de que pierdan.
Aunque me temo que alguna de las dos las ganarán, con todo lo que ello implica. Un verdadero infierno.
Habrá quien piense que eso lo digo porque no me gusta el fútbol, y que si fuera con el baloncesto, estaría contento y encantado de la vida. Pues no. Soy aficionado del Bilbao Basket. Pero el fanatismo que hay con el Athletic no lo querría para el equipo de baloncesto. El día en que Bilbao se paralice por un partido del Bilbao Basket, se llenen los balcones de banderitas negras, y la pelota naranja se convierta en el monotema, ese día tiraré mi carnet de socio a la papelera.
Antes me era algo totalmente indiferente, y me importaba el Athletic tanto como el Conquense o el Atlético de Ceuta. Pero cuando te meten algo tan en vena, caben dos opciones: el contagio o el rechazo. En mi caso es el segundo: les he acabado por coger manía.
No quería que ganaran, pues eso significa ruidos, molestias, Bilbao colapsado, etc. Y cuando viviendo en un 16º piso te despiertan los gritos de futboleros a las 3:30 de la madrugada de un jueves, el sentimiento de hostilidad se acrecienta. Lo que era indiferencia se ha convertido en un deseo firme de que pierdan.
No, NO QUIERO QUE GANEN NINGUNA DE LAS FINALES.
Aunque me temo que alguna de las dos las ganarán, con todo lo que ello implica. Un verdadero infierno.
Habrá quien piense que eso lo digo porque no me gusta el fútbol, y que si fuera con el baloncesto, estaría contento y encantado de la vida. Pues no. Soy aficionado del Bilbao Basket. Pero el fanatismo que hay con el Athletic no lo querría para el equipo de baloncesto. El día en que Bilbao se paralice por un partido del Bilbao Basket, se llenen los balcones de banderitas negras, y la pelota naranja se convierta en el monotema, ese día tiraré mi carnet de socio a la papelera.
1 comentario:
No eres el único que piensa así!
Parece que el hecho de que tu equipo gane algo te da derecho a incumplir todas las normas y hacer el más completo SUBNORMAL!
Porque una cosa es ponerse alegre o eufórico y otra es ir pintando por la calle con el coche, asomarte al balcón y ponerte a gritar o tirar petardos a las tantas, y como es un deporte de masas, como la hacen todos, parece que es normal, pero eso que hacen no deja de ser ilegal, a parte de ser una falta de respeto.
Yo intento explicárselo, yo tengo unas aficiones, otros deportes y he ganado alguna ven en ellos, pero por eso no me voy a poner un día cualquiera a gritar y a dar saltos, todo el mundo pensaría que estoy loco o soy un imbécil, y tendrían razón.
Para colmo es una cosa ridícula pues TU, no ganas nada, no has ganado nada directamente (si acaso pierdes €€ como socio)
Todo tiene un punto medio, pero el fútbol hace salir esa faceta en la gente, que rápidamente se apaga los 364 días restantes
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