Como Gandalf, fuimos en AVE.
Sufriendo privación de sueño, y aprovechando un momento que pillo ordenador con Internet, aprovecho para dar el parte tedenero.
Comenzamos con el miércoles, que fue el viaje. Mucho tren, saliendo de Bilbao a las 9 de la mañana y llegando al Saydo a las 8 de la tarde. Allí, después de alojarnos, vemos con horror que casi nos la lían con las habitaciones.
Éramos un grupo grande y teníamos hecha la reserva de 12 habitaciones, solicitada y confirmada. Y a medida que íbamos llegando, nos iban dando habitaciones, hasta que faltando aún 4 personas, nos dicen que ya nos las han dado todas. En ese momento sudores fríos me embargan, acompañado de una cierta mala hostia, sobre todo al constatar que, a pesar de la insistencia en negarlo, había pasado lo que parecía que había pasado, que por un error habían dado nuestras habitaciones a otras personas, ya que dieron por hecho, sin comprobarlo, que eran de mi grupo. Por suerte, se pudo solucionar.
Y el jueves al fin empezaron las Tierra de Nadie. Ya daré más detalles a la vuelta, pero he de decir que de momento está saliendo todo a pedir de boca; las actividades muy bien, tanto las mías, que han podido hacerse todas, como las que he jugado, que de momento me están gustando todas (incluso las que no tenían buena pinta en absoluto), la comida está más rica que otros años, y la organización está especialmente amable este año.
Seguiremos informando.
Seguiremos informando.
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