Traumatizando niños desde 2005.
Película de animación con slow-motion y una estética feísta, muy peculiar. Cuenta la historia de Cheesebridge, una aldea victoriana obsesionada por la posición social y el queso, que vive bajo la amenaza de los boxtrolls, unas sucias criaturas que viven en las profundidades vestidas únicamente con las cajas de cartón que les dan nombre. Esta historia estña protagonizada por Eggs, un niño que fue adoptado de bebé por estos Boxtrolls y criado, al estilo de Mowgli, por ellos. Por otra parte, está la hija del gobernador, Winnie, que sospecha de los planes de los villanos que prometen cazar a los Boxtrolls. Una historia cuya resolución no es difícil de imaginar.
Jorge Fernández, Wert y Montoro.
Para mi gusto la película empieza floja, pero a medida que avanza va ganando puntos, especialmente con los personajes secundarios (muy divertidos los sicarios y cierto personaje que grita "mermelada"), y se nota cierto toque Monty Python, sobre todo en una escena del final, previsible y poco disimulado guiño a "El sentido de la vida". Eso y que Eric Idle haya compuesto la canción principal de la película. También andan por ahí los gamberros Nick Frost y Simon Pegg.
Lo que no tengo muy claro es que la película sea apta para todos los niños (a pesar de estar basada en un libro infantil), ya que tiene momentos incluso siniestros y puede que malrolleros (¡bote de sanguijuelas!), pero a mí, aunque no me llamaba excesivamente, me acabó pareciendo bastante divertida.
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