El terror habría sido la temática.
Si no se hubieran cancelado, seguramente estaría en Errenteria frikeando, ya que estas jornadas eran cita ineludible en estas fechas. Pero 2015, como pasó con 2013, no ha podido ser, y este año no tendremos los chupitos del stick, los ronquidos del polideportivo o el dodo de peluche, ni veremos a la gente habitual de jornadas.
En Bilbao, donde me quedaré a falta de planes mejores, organizamos las jornadas Omicrón, pero claro, no es lo mismo. Así que valga esta entrada como homenaje a los Encuentros Rúnicos, de los que hoy más que nunca nos acordamos con cariño y esperanza de que sí haya EERR 2016.
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