Injustamente ignoradas.
Cualquiera conoce los nombres de Neil Armstrong, Buzz Aldrin o John Glenn como figuras destacadas en la historia de la NASA. Pero si hablamos de Katherine Johnson, Dorothy Vaughan o Mary Jackson la cosa cambia, a pesar de que sus aportaciones fueron fundamentales.
Pero sus aportaciones fundamentales no fueron tanto a la carrera espacial, que lo fueron y mucho, sino a la lucha para la igualdad, ya que fueron pioneras al tener que enfrentarse a una doble dificultad añadida, que era ser mujeres negras en los Estados Unidos de los años 60, lo que implicaba ser oficialmente personas de segunda y ser completamente ninguneadas e ignoradas.
Por eso era importante que se contara su historia, de la cuál, por cierto, tuve conocimiento hace poco, gracias a la serie Timeless, y no solo toca un tema que era necesario, sino que además está bien contado, logrando una película muy vital y muy amena, que hace salir del cine con una sonrisa. Sin duda muchas cosas habrán sido edulcoradas, que es cine, pero me gusta mucho que se dé ese merecido reconocimiento a las protagonistas de esta historia.
Quiero recalcar que el uso que hago de los términos "necesario" o "importante" no es casual, pues creo que si películas como esta son necesarias es porque el problema que denuncia, de invisibilización de determinados colectivos en algunos ámbitos es a día de hoy, aunque más sutil y sofisticada, plenamente vigente, y con historias como ésta se puede poner el foco sobre ello.
Y ademas, que la película está bien hecha, con personajes a los que en seguida se coge cariño y un buen uso de las imágenes reales de archivo. A título anecdótico, cabe también destacar la actuación de Jim Parsons, que demuestra que solo tiene un registro, y lo chanante que resultaba ver a Sheldon Cooper como ingeniero de la NASA en los años 60. Porque es Sheldon Cooper.
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