Esto multiplicado por dos.
Hoy nos comunica el club (que todavía no tengo muy claro que vaya a jugar esta temporada) los precios de los abonos de este año, sustancialmente más bajos, al estar en LEB y no ACB. Yo hubiera preferido, la verdad, que los precios fueran los mismos y el club tuviera pasta, pero habrá que verle el lado bueno.
Además, ahora las cosas parecen indicar a que perderé una apuesta que me alegro de haber perdido, y es que tan convencido estaba de que el descenso significaba la desaparición (es más, no veo claro que eso no vaya a suceder) que me aposté con mi padre que si salíamos en LEB le pagaba el abono. ¿Bilbainada? No, un win-win muy bien calculado: si pierdo la apuesta gano no tener que renunciar a una de mis aficiones.
Así que, bueno. Ya se irá viendo si en octubre sale el equipo, como dicen.
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