Arte moderno.
Una de las cosas que no cambié cuando compré la casa fue el armario del dormitorio (uno semiempotrado que me sirve para lo que necesito), aunque esto no es del todo cierto. Para ir más a juego con el resto de la casa encargué unas puertas de madera blanca, del color de las puertas, y que así sea visualmente más agradable que las puertas de color marrón oscuro setentero. Además, algunas de ellas estaban ya desgastadas y no cerraban bien.
Pero las puertas (aún me tienen que venir) no cubren toda la superficie visible del armario, así que para evitar el contraste y aprovechando que hoy tenía el día libre, me he puesto a pintar, para que cuando lleguen las puertas quede todo más uniforme. A ver qué tal.
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