Jill Valentine y los problemas de los cruceros low cost.
Entre las bondades de la Xbox One que me compré en noviembre está el Game Pass, esa especie de "Netflix de los videojuegos" que te permite por 10€ al mes acceder a un variado catálogo de juegos, y ya que lo tenía dado de alta miré a ver qué había y topé con esta entrega de Resident Evil que, pese a haber jugado la mayoría de los juegos numerados de la saga (me salté el 7), no me sonaba.
Como no lo conocía ni tenía referencias de él, las expectativas eran una tábula rasa. ¿Estaría a la altura de los clásicos? ¿sería un spinoff infame? Solo había una manera de saberlo.
El juego nos manda a 2005 (antes del Resident Evil 5), al mar Mediterráneo, donde Jill Valentine (¡bieeeen!) tiene que explorar junto con su compañero, el carismático Parker Luciani, un crucero de lujo abandonado: el Queen Zenobia. Este barco, oh sorpresa, estará lleno de armas, puzzles y mortales bestias biológicas, así como una dolorosa referencia a que fue creado por la empresa "Paraguas". ¿En serio?
Una cosa que me ha sorprendido de este juego es que adopta un formato más serial, tratando los capítulos como si los episodios de una serie se tratasen, con su "en el capítulo anterior" y sus saltos de escena en momentos climáticos, pues no manejamos solo a Jill, sino que en determinados momentos pasamos a manejar a Chris Redfield (el otro gran clásico) que junto con su compañera Jessica Sherawat, tiene que investigar un accidente aéreo en Finlandia. Pero no serán los únicos que manejenos, ya que para ir avanzando la historia nos pondrán en la piel de otros personajes, e incluso algún que otro flashback interactivo servirá para irnos contando la historia y los antecedentes de lo que aquí ocurre.
La parte principal del juego se desarrolla en el Queen Zenobia y si bien la historia no deja de ser funcional, el juego cuenta con un giro de guion que me pilló completamente por sorpresa y me dejó con el culo torcido (quien lo haya jugado sabrá de lo que le hablo si digo Semiramis), con ganas de aplaudir.
No puedo valorar el juego completo, dado que cuenta también con un modo asalto que no he probado ni tengo especial intención de hacerlo, yo estoy aquí por la historia, y es el modo campaña lo que voy a valorar. En ese sentido, me ha parecido que está cuando menos a la altura del nivel promedio de la saga. No es tan bueno como el Code Veronica, por ejemplo, pero es mejor que el 6. (Claro que una invasión real de zombis sería mejor que el Resident Evil 6). Por establecer comparativas, aunque es más corto tal vez lo pondría a la altura del 5.
La jugabilidad es adecuada, aunque los niveles subacuáticos podían llegar a desesperar y la atmósfera queda muy lograda, con unos escenarios muy bien recreados, una música muy adecuada y una gestión de las escenas que encaja muy bien con el tipo de historia que nos quieren contar. Si acaso echaría en falta una mayor variedad de bichos, pero siendo un juego realmente cortito (en horas de juego, diría que han sido unas 6-7 para pasarme el modo campaña) tampoco nos vamos a poner exquisitos. Quedaría por valorar el multiplayer, pero eso es algo que queda fuera de mi interés.
La parte principal del juego se desarrolla en el Queen Zenobia y si bien la historia no deja de ser funcional, el juego cuenta con un giro de guion que me pilló completamente por sorpresa y me dejó con el culo torcido (quien lo haya jugado sabrá de lo que le hablo si digo Semiramis), con ganas de aplaudir.
No puedo valorar el juego completo, dado que cuenta también con un modo asalto que no he probado ni tengo especial intención de hacerlo, yo estoy aquí por la historia, y es el modo campaña lo que voy a valorar. En ese sentido, me ha parecido que está cuando menos a la altura del nivel promedio de la saga. No es tan bueno como el Code Veronica, por ejemplo, pero es mejor que el 6. (Claro que una invasión real de zombis sería mejor que el Resident Evil 6). Por establecer comparativas, aunque es más corto tal vez lo pondría a la altura del 5.
La jugabilidad es adecuada, aunque los niveles subacuáticos podían llegar a desesperar y la atmósfera queda muy lograda, con unos escenarios muy bien recreados, una música muy adecuada y una gestión de las escenas que encaja muy bien con el tipo de historia que nos quieren contar. Si acaso echaría en falta una mayor variedad de bichos, pero siendo un juego realmente cortito (en horas de juego, diría que han sido unas 6-7 para pasarme el modo campaña) tampoco nos vamos a poner exquisitos. Quedaría por valorar el multiplayer, pero eso es algo que queda fuera de mi interés.
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