Nos volvemos a encontrar, mesa.
Este año tiene una cosa muy buena, y es que mis vacaciones de navidad se han prolongado hasta el 7 de enero, y sin gastar un solo día vacacional de 2020, he podido no empezar a trabajar hasta el 8. No recuerdo haber empezado tan tarde el año, la verdad, pero éste ha cuadrado así. Y mola.
El reencuentro ha sido aceptable, con gente a la que atender pero sin las terribles oleadas que tuvimos los últimos días del año, que fueron horribles. Luego la primera tarde, que ha empezado potente y ha acabado siendo llevadera, hasta que el último usuario, un hombre con más edad que entendimiento, que emperrado en hablar personalmente con el Diputado General no atendía a razones y, pese a que habíamos cerrado ya, ahí seguía enrocado en sus trece, sin dejar de hablar ni dejar hablar.
Luego ha tocado ir arriba, a hacer los albaranes y demás historias, y entre una cosa y otra he acabado saliendo a las 20:00. Luego al gimnasio a sudar los excesos navideños y a casa.
Mañana será otro día, y un día menos que falta para la jornada de verano.
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