Probable origen de las tapas leonesas en el Barrio Húmedo.
León ciudad se llama así por la cantidad de leones que había en esta región? Cuando fue invadida por el Imperio Romano, allá por mediados del siglo I a.C., Nerón fundó esta ciudad en honor a este animal, el cual se acabó extinguiendo debido al cambio climático.
Si alguien no lo sabía puede ser porque tenga unos mínimos de cultura, suficientes como para saber que esto es un absurdo, pues León no debe su nombre a ningún gran felino, sino que viene de la Legión VII de los romanos, que tenía a bien acampar por esa zona.
¿Entonces el texto de los leones? Semejante anacoluto obedece a un mensaje que vi en Twitter, donde por error o (más que posiblemente) cachondeo, ofrecía esa burrada de explicación e, inspirado por ella, me vine arriba y comencé a dar mis propias explicaciones sobre toponimia española en este hilo, que reproduzco aquí para deleite de mis lectores.
¿Sabíais que...
Segovia se llama así porque el arquitecto que construyó el acueducto, Cayo Marco Porcino, sufría constantes crisis de ansiedad y sus operarios repetían todo el rato "se agobia, se agobia".
Valladolid toma su nombre de las justas entre caballeros medievales (lides). La ciudad empezó siendo un recinto rodeado con vallas, y de ahí Vallado Lid y luego Valladolid.
Badajoz debe su nombre al colosal campanario de su catedral, concretamente al badajo de su campana mayor, cuyo sonido se extendía por toda Extremadura.
Mérida debe su nombre a que sus pobladores originales eran un clan de colonos de las Tierras Altas de Escocia, liderados por la princesa Mérida de Dunbroch. Exacto, la misma Mérida de la película de Pixar "Brave".
El nombre de Zaragoza proviene de la palabra fenicia "Zara", que significa telar (de ahí viene también el nombre de la conocida tienda de ropa) y Zaragoza quiere decir, literalmente, "Ciudad que goza de muchos telares".
El nombre de Sevilla tiene su origen en una divertida anécdota del S. VI, cuando Hispalis era tan solo una pequeña aldea, una sombra de su gloria romana y el poeta visigodo Vinotinto escribió su poema "Hispalis, sé villa..."
Soria viene literalmente del latín Soria, plural de Sor (hermana, monja), y debe su nombre a la enorme proliferación de conventos de monjas que experimentó en el S. IX.
Madrid viene de madre, pues los íberos que la fundaron consideraban que la capital del reino debía ser una madre para todos sus habitantes. Lo mismo pasa en Rusia, cuya capital "Moscú" significa madre en ruso.
Bilbao se llamaba originalmente Vil Vaho, pues debido a la actividad minera de la región su ría siempre estaba contaminada y emitía constantemente olores fecales.
Salamanca viene de "Sala Manca". Los visigodos solían organizar sus cortes en enormes salones con pasillos a los lados, uno para los nobles y otro para el clero, y estos pasillos se llamaban "manos", pero Salamanca no tenía estas manos, y de ahí Sala Manca.
Tenerife debe su nombre al conquistador Ricardo de la Hueva Morena, que se lanzó a conquistar las islas al grito de "queremos tener riquezas, pero de nada sirven las riquezas si no nos ayuda Dios. Queremos tener y fe". Y así, de "tener y fe", salió Tenerife.
Alicante era, en tiempos de los omeyas, una ciudad que cultibaba mucho las artes musicales, y era especialmente famoso un cantante llamado Ali, al que nobles y mercaderes de toda la península acudían a oír cantar. De ahí la ciudad del "Ali cante", Alicante.
Albacete es la ciudad en la que se escribió el primer diccionario de la península, y su nombre es una derivación del original "Aalazeta".
El nombre de Las Palmas es en honor a la ovación y los aplausos con que los nativos de la isla recibieron a los conquistadores españoles, a quienes creían dioses.
Logroño se llama así porque su fundación fue lo más importante que sucedió en el año 815. Y de "Logro del año" vino "Logroño".
Zamora fue un puesto militar muy importante durante la reconquista, pues tenía un Alcázar de gran valor estratégico, al que los reinos cristianos llamaban "la fortaleza mora", en castellano antiguo "Za mora".
El nombre de Cuenca se debe a que en los primeros asentamientos fenicios de la región, rica en cerámica, se fabricaban unos cuencos muy valorados en el comercio mediterráneo.
Vitoria se llama así porque sus habitantes celebraban la llegada de la siembra lanzando un sacrificio humano atado a algo paraguas desde la torre más alta (de ahí la tradición del Celedón), y este sacrificio era muy vitoreado. Quiere decir "la ciudad que vitorea".
Guadalajara viene de Guad-al-jarana, literalmente "río de la fiesta", pues cuando los árabes llegaron a la región en 711 coincidió con que era un verano muy caluroso y las fiestas patronales, por lo que se encontraron a todo el mundo de fiesta y bañándose.
Melilla debe su nombre a la hija de un emir del S. XI, la princesa Qamila, muy querida por el pueblo, a quien cariñosamente los cristianos llamaban Carmela o Carmelilla, siendo conocida como "La ciudad de Carmelilla" y de ahí Melilla.
Cantabria toma su nombre de sus habitantes prerromanos, los cantabrios, quiénes eran conocidos así por su costumbre de cantar muy alto. En latín cantabrius, "que canta con brío".
Valencia viene del latín valentia (valentía), porque cuando la fundaron los romanos era un lugar muy peligroso, por el clima (era época de inundaciones) y las feroces tribus de íberos locales, y solo los más valientes se atrevieron a colonizar esa región.
Teruel viene del hebreo, pues fue fundada por judíos allá por el S. IV. La llamaron directamente con el nombre de "Teruel" (en hebreo Tharu-il), que es uno de los arcángeles menores, de los que solo salen en textos apócrifos y significa "el que existe en el frío".
Portugalete fue fundada por marinos portugueses que hacían la ruta hacia Europa del Norte y necesitaban una parada comercial en el Golfo de Bizkaia. De ahí el pequeño Portugal, Portugalete.
El nombre Lleida (o Lérida) tiene su origen en la batalla que midió a Wilfredo el Velloso contra los árabes, en la que derrotó a sus enemigos pero sufrió una mortal herida en el pueblo que se conocería como "La herida del Rey". Y de "La herida" a "Lérida".
Santander toma su nombre de San Tander (Tandario de Tracia), un martir cristiano que en el S. I fue torturado por los hoplitas en Crimea y su cadáver arrojado a las sardinas (de ahí que en Santander haya un barrio llamado el Sardinero).
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