Aunque la noche en cuestión tocó aullar desde casa.
Vamos con el repaso del fin de semana del pronto recogimiento, por aquello del toque de queda. El viernes fue bastante simple, ya que llegué a casa del trabajo, comí y luego fui al gimnasio. Pero allí noté que no me encontraba bien del todo, y aunque los síntomas no eran ni parecidos a los del coronabicho, me pareció más sensato irme a casa y ya quedarme ahí, que el exceso de precaución no es malo.
Como ya intuía, no era nada por lo que alarmarse, dormí bien y el sábado me desperté perfectamente, así que una de gimnasio, luego a dar una vuelta por el parque y la ría y a casa a comer. Por la tarde noche paseo con unos amigos y pronta cena en la pizzería de Los Argentinos, aderezada con un rico helado del Pelati Pelati y a las 23:00, como los niños buenos, en casa.
Hoy domingo una de monte. Autobús hasta La Peña, para desde ahí dar una vuelta por el parque Montefuerte, que es eso que había visto mil veces con el coche pero nunca había estado. Mucho andar, luego comida oriental (Udon), sobremesa y a casa, que mañana es lunes.
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