El hombre que se vestía de Boba Fett.
Si tuviera que resumir lo que opino en una palabra sería fácil: decepcionante. No me mintió mi instinto cuando la anunciaron y no me llamó nada, pero la serie tuvo mucho éxito y la ponían por las nubes, llegando muchos a decir que era de lo mejor que había dado Star Wars desde la trilogía clásica, así que tocaba verla.
No es ya que no haya alcanzado las expectativas generadas, sino que se ha quedado a varios kilómetros, hasta el punto de que después de 5 capítulos de aburrimiento, creo que ya he visto lo suficiente como para saber que no merece la pena seguirlo intentando.
Es una especie de western espacial en la que el protagonista es un cazarrecompensas, que en una de sus misiones se encuentra con un bebé de la raza de Yoda (el famoso bebé Yoda que hemos visto hasta en la sopa) y la serie va de sus idas y venidas de un lado a otro, desfaciendo entuertos y pegando tiros. Un poco como El equipo A o El coche fantástico, pero con mayor presupuesto.
Puede ser por el formato procedimental (cada capítulo va de una historia), que no me suele gustar, o puede ser porque el protagonista se me hacía más soso que un pan sin sal (en general no he visto ningún personaje que me suscitara el más mínimo interés, más allá de alguna monería puntual de Bebé Yoda), pero cuando uno está más atento al teléfono móvil que a la tele, sabe que ha llegado la hora de abandonar la serie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario