No le reconocí en el poster.
Keaton da vida a John Knox, un sicario de elite cuya vida se trunca cuando descubre que tiene demencia, provocada por la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, lo que le lleva a cometer graves errores en su trabajo (si yo me equivoco mando un taxi a donde no es, pero si se equivoca un asesino a sueldo..). Se le junta conque su hijo, con el que lleva años sin hablarse, le pide ayuda porque ha cometido un asesinato y tiene que ayudarle a taparlo.
Así contada podría recordar a La memoria de un asesino, pero más allá de la profesión y la dolencia del protagonista son bastante diferentes. Aquí se basa sobre todo en el minucioso plan que orquesta el protagonista, que no da puntada sin hilo y hace que las acciones que aparentemente no tienen sentido terminen teniéndolo. Un plan algo retorcido el suyo, por otra parte, pero que funciona como golpe de efecto.
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