Padre de clásicos del tebeo como anacleto, las Hermanas Gilda o la mítica Familia Cebolleta, Vázquez es también un hombre que se hizo a sí mismo, de la forma más literal posible, a costa de los demás.
Y esta película biográfica nos cuenta la vida (lógicamente, que por eso es biográfica) de Manuel Vázquez, tan genial como sinvergüenza, circunstancia de la que él mismo se reía, y que incluso fue homenajeado anteriormente aquí. La película no deja de ser la típica historia de un jeta, pero con el añadido de que aquí el caradura es el mítico Tío Vázquez de los tebeos, y logra una película que saca la risa, la sonrisa o la ternura en el espectador, protagonizada por un protoHomer Simpson en el sentido de que a veces piensas "qué majo", a veces "qué hijo de puta". Una película a veces cómica, a veces dramática, a veces casi de terror, por saber que gente como Vázquez anda suelta.
Parte del encanto de la película, claro está, aparte de una más que aceptable interpretación de Santiago Segura y sobre todo un tan gris como brillante Álex Angulo, que logra ser odioso en esta obra de picaresca en la que el ladrón es el "bueno" y el hombre honesto es el "malo", en haber mamado de pequeño los tebeos de Bruguera, en haber leído a Ibáñez (magníficamente caracterizado) a Escobar, al propio Vázquez... y encontrar los clichés de sus historietas, que me hicieron conocer, entre otras, el significado de las palabras "moroso" y "acreedor". Habría que ver si la película goza de idéntico atractivo entre quienes no hayan convivido con esas viñetas y el Gran Vázquez sea simplemente "otra película de timos, hecha por el tío de Torrente", pero a mí me gustó bastante, la verdad.
Si acaso, no me terminó de convencer el efecto de sacar a veces los personajes de sus viñetas, pero en general el resultado me gustó, aunque tal vez habría estado mejor dar más caña a las batallitas que Vázquez contaba a sus incontables acreedores.
Y esta película biográfica nos cuenta la vida (lógicamente, que por eso es biográfica) de Manuel Vázquez, tan genial como sinvergüenza, circunstancia de la que él mismo se reía, y que incluso fue homenajeado anteriormente aquí. La película no deja de ser la típica historia de un jeta, pero con el añadido de que aquí el caradura es el mítico Tío Vázquez de los tebeos, y logra una película que saca la risa, la sonrisa o la ternura en el espectador, protagonizada por un protoHomer Simpson en el sentido de que a veces piensas "qué majo", a veces "qué hijo de puta". Una película a veces cómica, a veces dramática, a veces casi de terror, por saber que gente como Vázquez anda suelta.
Parte del encanto de la película, claro está, aparte de una más que aceptable interpretación de Santiago Segura y sobre todo un tan gris como brillante Álex Angulo, que logra ser odioso en esta obra de picaresca en la que el ladrón es el "bueno" y el hombre honesto es el "malo", en haber mamado de pequeño los tebeos de Bruguera, en haber leído a Ibáñez (magníficamente caracterizado) a Escobar, al propio Vázquez... y encontrar los clichés de sus historietas, que me hicieron conocer, entre otras, el significado de las palabras "moroso" y "acreedor". Habría que ver si la película goza de idéntico atractivo entre quienes no hayan convivido con esas viñetas y el Gran Vázquez sea simplemente "otra película de timos, hecha por el tío de Torrente", pero a mí me gustó bastante, la verdad.
Si acaso, no me terminó de convencer el efecto de sacar a veces los personajes de sus viñetas, pero en general el resultado me gustó, aunque tal vez habría estado mejor dar más caña a las batallitas que Vázquez contaba a sus incontables acreedores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario