La verdad es que el que suscribe este blog no es ni mínimamente del Athletic, pero supongo que esto es lo más parecido que tenemos a un "himno nacional de Bilbao".
Himnos, canciones que ante todo evocan sentimientos, generalmente patrios, y exaltan las excelencias de pertenencia a un grupo. Los hay muy conocidos, y algunos muy pegadizos, y debo decir que aunque casi todos (no me atrevo a decir "todos" por aquello del Steaua) representan valores que no comparto (a mí el tema de banderitas, patrias y demás siempre me ha dado un poco de resbalón) es cierto que las hay que musicalmente son bastante bonitas, al menos para mi gusto, y que bien ejecutadas pueden tener una cierta belleza, al margen de que unos u otros himnos pueden emocionar a quien se sienta por ellos representados, sobre todo cuando a eventos deportivos se refieren. Y sobre todo, los hay tremendamente pegadizos. Algunos asquerosamente pegadizos. (¿Venga, que levante la mano el que no se haya sorprendido nunca a sí mismo tarareando la musiquilla del Partido Popular)
Y ahora, sin ánimo de suscitar polémica alguna, aquí van algunos de los que, musicalmente, más me gustan:
Alemania (y Austrohungría, si no me equivoco)
La bella Italia
BRASIL, sinónimo de final de mundial de fútbol.
U, S, A! U, S, A!
RUSIA. En la Rusia Comunista el himno te canta a ti.
La alegría de Miguel Ríos (bueno, y la UE)
¡Dios afeite a la Reina!
Y no podía dejar pasar el célebre himno de Francia, la Marsellesa, que protagoniza además la que para mí es una de las mejores escenas de la Historia del cine:
Cierren este blog. He descubierto que aquí se habla de juegos. ¡Qué escándalo!
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