Una de las cosas que más me gusta de fiestas de Bilbao es hacer turno de txozna. Es tremendamente divertido, y permite ver la fiesta de una forma distinta.
Y además, si todos los que están de turno son amigos tuyos, pues tanto mejor, y así fue ayer. Por lo demás, poca cosa que contar. Llegué a las 4 de la tarde (bajo un sol horroroso), retiramos un par de carteles que no tenían que estar ahí (reivindicaciones políticas en una txozna cuya idiosincrasia consiste en pasar de política no, gracias), llenamos las cámaras y a medida que van llegando, instruímos a los novatos.
El turno tranquilito, hasta que a las 12 llega el relevo y nos pasamos al otro lado de la barra. Pero como estaba algo cansado, a la 1 aproximadamente me fui para casa. Totalmente sobrio, para más señas.
Lo cual no me ha impedido, por otra parte, dormir hoy hasta las 12.
Y además, si todos los que están de turno son amigos tuyos, pues tanto mejor, y así fue ayer. Por lo demás, poca cosa que contar. Llegué a las 4 de la tarde (bajo un sol horroroso), retiramos un par de carteles que no tenían que estar ahí (reivindicaciones políticas en una txozna cuya idiosincrasia consiste en pasar de política no, gracias), llenamos las cámaras y a medida que van llegando, instruímos a los novatos.
El turno tranquilito, hasta que a las 12 llega el relevo y nos pasamos al otro lado de la barra. Pero como estaba algo cansado, a la 1 aproximadamente me fui para casa. Totalmente sobrio, para más señas.
Lo cual no me ha impedido, por otra parte, dormir hoy hasta las 12.
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