El 7º de chavalería.
Todo va bien, hasta que de pronto un día un grupo de gente normal, sin saber muy bien por qué (en este caso un rayo que les cae encima) obtiene unos superpoderes, y a partir de ahí les empiezan a pasar cosas.
¿Eh, esa no es la premisa de Heroes?
Sí, se parece. Pero aquí, además de que los poderes son más estrafalarios, los protagonistas son un grupo de chavales sancionados a hacer trabajos sociales por haber cometido ilegalidades. Además, por lo poco que he visto, Misfits (inadaptados) me gusta más. Vale, la primera temporada de Heroes era espectacular, pero el bajón que pegaba en la segunda no lo he visto en Misfits (dicen que en la 3ª pega bajón, pero aún no he llegado).
Las tramas son algo más episódicas, sin un hilo conductor tan claro, con capítulos verdaderamente brillantes, con algunas interpretaciones de quitarse el sombrero, de entre las que destaco y mucho la de Iwan Rheon (Simon), que consigue un auténtico papelón.
Misfits es, como no podía ser de otra forma, una serie de personajes, y la verdad es que resultan bastante entrañables, hasta el punto de que a Nathan, que es gilipollas, se le acaba cogiendo cariño. Porque es un gilipollas, pero es nuestro gilipollas.
Y cómo no, aquí la versión southparkera.
Simon, Nathan, Curtis, Alisha y Kelly.
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