Bienvenidos al planeta Timanfaya.
Cita ineludible en Lanzarote es el parque nacional de Timanfaya. Lanzarote es una isla volcánica, y en esta parte de la isla se pueden ver sus innumerables cráteres, sus formaciones a partir de sedimentos de escoria y lava, y muchas de las grietas por las que la tierra escupió fuego por última vez hace apenas 2 siglos.
Esto lo hemos podido ver primero con el coche, luego en dromedario (¡genial la experiencia de montar en dromedario!) y por último en guagua (así es como llaman a los autobuses en Canarias), disfrutando de un paisaje que parece más lunar o marciano que terrestre. Ahí hemos podido ver los géiseres, y los pozos en los que apenas a un par de metros de profundidad se disparaba a 250 grados, y coger tierra caliente, mientras que fuera hacía frío (y por segundo día consecutivo, nos ha vuelto a llover). También hemos visto el museíllo, con dos proyecciones (una infumable y la otra interesante) y un simulador de erupción volcánica.
Esta visita a Timanfaya nos ha llevado toda la mañana y parte de la sobremesa (que la hemos pasado echando migas a los simpáticos gorrioncillos del desierto), y ya más avanzada la tarde hemos ido a dar un paseo por Puerto del Carmen, y hemos cenado en un recomendabilísimo restaurante llamado "La Bodega", donde estaba todo buenísimo.
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