Foto de Internet. Al que hice yo no le pude sacar ninguna foto que no pareciera de heces.
Una receta deliciosa y extremadamente sencilla de hacer es el salami de chocolate, al que cariñosamente llamo zurullo, y la puse en práctica el domingo, quedando bastante rico por realmente poco esfuerzo (el esfuerzo hay que hacerlo luego en el gimnasio para quemar sus horribles y numerosas calorías).
Primero, pasemos lista a los ingredientes:
1 paquete de galletitas María (un cilindro).
1 huevo
200 g de mantequilla (sin sal y que no sea margarina)
6 cucharadas soperas de cacao. Se puede usar Cola Cao si se quiere más dulce.
6 cucharadas soperas de azucar.
1 chorro de licor (yo usé whisky Cardhu, pero también puede servir un ron dulce)
Ahora veamos cómo hacerlo.
Se derrite la mantequilla y se va mezclando con el chocolate, el huevo y el azúcar (fuera del fuego) hasta que forme una pasta consistente. A eso le añadimos los cadáveres de galleta, que habremos obtenido después de meterlas en una bolsa y golpearla con saña hasta que quede en cachos muy, muy pequeños, casi harina. Se mezcla y se le agrega el licor. Si no mezcla bien igual es porque le hemos echado demasiada galleta (a mí me pasó la primera vez).
Ya está casi todo hecho. Ahora lo metemos en un plástico (plástico de cocina o bolsa de supermercado, un condón no sería una buena idea) y moldeamos la pasta para que tenga la forma que queremos, pero con cuidado, no se nos desparrame por ahí y la liemos.
Una vez tenemos el cilindro plastificado como si fuera embutido lo metemos en la nevera unas horas y, ale-hop, ya tenemos el salami hecho. Se corta en rodajas y a comer.
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