¿Para qué perder el tiempo hablando pudiéndolo solucionar a hostias?
Vuelve a la pantalla el grupo de superhéroes más famoso de Marvel y vuelve haciendo lo que mejor sabe: divertir al público. Pero esta vez su peor enemigo son ellos mismos, pues inspirada en la línea argumental de los cómics "Civil War", nos plantea un conflicto entre Iron Man y el Capitán América, que no será fácil de solventar si no es dándose tortazos unos a otros.
El resultado, nuevamente, una película muy divertida, llena de momentos geniales y con personajes molones, como debe ser, logrando además la sensación de continuidad dentro de ese universo cimematográfico de Marvel (salvo por la parte de Spiderman, que rompe con el que había pero es una versión tan genial que se le perdona). La pega, quizás, que el villano, un emblemático malo de los cómics, queda aquí un poco soso. Y bueno, aunque agrada a la vista, esa Tía May, como que no...
Dos horas y media de diversión muy recomendable, que se pasan en un volado. Lo esperado, vaya.
Y para que no quede la entrada tan pobre, retomo una tradición antigua:
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