Ruoff, hoy el mejor del Bilbao Basket.
Del partido de hoy me quedo con el resultado, pues ha deambulado entre el sopor y el sufrimiento, contra un Manresa que ha demostrado por qué está tan abajo en la clasificación. El comienzo del encuentro ha sido sencillo, con un rival que parecía no darse cuenta de que ya había empezado el partido, y hemos ido manejando una renta de 7-9 puntos que llamaba a la tranquilidad, a pesar de que Dejan Musli, la estrella del equipo rival, se estaba venga a lucir. Pero los argumentos de Manresa eran escasos.
Sin embargo, un tópico del basket, la caraja del 3º cuarto, ha hecho que se pusieran a 2 puntos, encendiendo todas las alarmas. Y es que si a ellos les costaba meter la bola, nosotros hoy ni en un barreño, y gracias a que no aprovechaban los regalos locales, no han llegado a ponerse delante, y un arreón del Bilbao Basket ha ampliado la renta hasta los 12 puntos.
Sin embargo, un triple en la bocina y dos tiros libres nada más empezar han dejado la cosa en 7 puntos, con un 61-52 que ha permanecido congelado durante casi 5 minutos, en los que nadie metía una puñetera canasta.
Ha preocupado un poco Manresa poniéndose casi a 5 puntos, pero un par de triples han terminado por matar el partido, una victoria más sufrida de lo que debería. El consuelo, que lo que cuenta es el resultado y que es mejor ganar jugando mal que perder jugando bien.
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