Como el chiste del perro Mistetas, pero contado por Pablo Alborán.
El tándem Rovira-Martínez Lázaro, que tan buenos frutos diera con los Ocho apellidos vascos, repite aquí la fórmula de comedia romántica, con una estelar Michelle Jenner, que llena la pantalla, en esta historia de amores, desamores y odios viscerales.
Una directora teatral y un monologuista (seguro que a Dani Rovira le ha costado mucho meterse en el papel) empiezan una relación de estas de película (es lo que tiene que sea una película) y adoptan a un gato, al que llaman "Miamor".
El amor entre ellos se termina y cortan la relación, pero hay que resolver una importante cuestión: ¿quién se queda con el gato? Pero el gato se pierde, y tienen que buscarlo.
La trama del gato perdido, que es la que da título a la película, no es realmente el eje central de la misma, que es la evolución de la pareja, y la divertida autorreferencia cuando ambos protagonistas preparan y protagonizan (cuando ya se odian) una obra de teatro basada en ellos mismos, lo que permite ver la misma historia desde otro punto de vista (lo que según leo, pues no la vi, ya se hacía en "Al otro lado de la cama").
Da lo que promete: un par de horas entretenidas, algunos golpes realmente graciosos, una historia de amor y un gato.
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