Por si quedaban dudas, Mahersala Ali es un monstruo de la interpretación.
La primera temporada de esta serie me gustó muchísimo, con esa ambientación de América profunda y ese aire tan lovecraftiano, y la segunda supuso una enorme decepción, cambiando de registro por completo para contar una historia de gangsters sin chispa que pese a contar con algunos momentos muy potentes nunca me llegó a enamorar y la terminé viendo por pura inercia.
Esta tercera la cogí sin más expectativas que las de estar protagonizada por uno de los mejores actores de la actualidad, un Mahersala Ali en estado de gracia que borda todo lo que hace y aquí no es la excepción.
Siguiendo la fórmula de la primera temporada, la historia se nos plantea en varios frentes; el caso original en 1980, sus secuelas en los 90 y la actualidad con los protagonistas ya ancianos. Recupera también es toque rural que tan buen resultado le dio en su primer caso, cambiando la jungla urbanita de Los Angeles para irse a la Arkansas de los rednecks y las escopetas.
Debo decir que a diferencia de la primera esta tercera no me enganchó demasiado, aunque sin duda más que la segunda, pues algunas tramas secundarias no terminaban de captar mi atención, pero consigue muy bien generar una atmósfera, y consigue también muy bien aprovecharse de la química entre un espectacular Ali, que resulta igual de creíble en sus registros de joven, maduro y anciano, y un excelente Stehpen Dorff como escudero, rebosando carisma.
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