Ricas samosas.
Sin saber todavía cuales serán las nuevas restricciones y cómo quedarán el tema del ocio y el alterne, paso a comentar actividades del fin de semana, sin saber aún muy bien cuáles podré hacer la semana que viene y cuáles no.
El viernes por la tarde una de sofá y al poteo de los viernes, que luego se convirtió en cena en un restaurante nepalí que hay en Iturribide y al que le teníamos ganas, pues "alguien" cumplirá años esta semana y a fue la cena de celebración. Comida rica, precio razonable y trato exquisito.
El sábado por la mañana gimnasio pero poco, y por la tarde una de cine (No matarás), para cerrar el sábado jugando (y perdiendo) una partida de La furia de Drácula, un juego que me gusta mucho pero que está terriblemente descompensado en favor del señor de Transilvania.
Domingo gimnasio por la mañana (¡una hora de cardio!) y por la tarde salgo con unos amigos a tomar unas cañas, pero nos damos cuenta de que estábamos en un mexicano, por lo que ya aprovechamos, cuando llega la hora, para cenar, una deliciosa enchilada en mi caso y una salsa picante que venía en un cuenquito aparte que tenía buen sabor pero hacía arder labios y estómago, pues era MUY picante.
Y eso ha sido todo, más o menos.
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