¿Y las 83 anteriores?
No contaba con ver esta película en el cine, no porque no le tuviera ganas, sino porque no estaba seguro de que se fuera a estrenar, pero así ha sido y he podido verla.
Con Wonder Woman DC estuvo bastante acertada al salirse un poco del esquema de películas oscuras y pretendidamente profundas que terminaban siendo aburridas y le daba un poco más de color al asunto. Aquí, transportando a la amazona favorita de los cómics de superhéroes a 1984, tenían la oportunidad de oro para seguir en esa línea, pero no terminan de aprovechar el filón que tenían delante (una pena que no hayan cuidado las posibilidades que podría haber tenido con una buena banda sonora ochentera) y hacen una película que sin estar mal del todo, tal vez un poco más larga de lo que debería, no enamora.
Nota, y mucho, cuándo está Chris Pine en pantalla y cuándo no, pues es él el alma de la película, y no es casualidad que los mejores momentos sean con él escudando a Gal Gadot que, a ver, guapa a rabiar, pero lo que viene siendo una gran actriz... en esta película no lo demuestra. Kristen Wig, sin ir más lejos, consigue brillar muchísimo más en las dos facetas de su personaje, pero quien sin duda logra destacar es un irreconocible Pedro Pascal, que logra transformarse en un nada disimulado trasunto de Donald Trump.
Por lo demás, pues no me ha disgustado, y le va muy bien ese toque naif de película ochentera que tiene a veces, pero me quedo con la sensación de que se podría haber sacado muchísimo más de aquí, y que un punto más gamberro, mirándose en el espejo de Guardianes de la Galaxia, le habría ido como anillo al dedo.
Maravilloso, por cierto, el cameo postcréditos.
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